Crush

Cap.6

- ¿Qué?

Ese instante en el que te pegarías a ti misma por no pegarle a la persona que te ha hecho darte cuenta de que eres imbécil. Ese era en el instante que me encontraba yo. Es lunes, el día que quería que llegará y estoy en el instituto, en donde para variar quería estar. Por suerte o por desgracia, no podría pegarle a nadie aquí.

- ¿Qué pasa? -dijo mi amiga Nuria desconcertada por mi reacción.

- Repite lo que has dicho. -le digo.

- Que el chico que te gusta tiene novia. Se que te gusta, pero es lo que tiene no conocerlo a fondo. No sabía que ibas a reaccionar así. Tía, es un crush, supera la obsesión. -dijo Nuria sin comprenderme

- Nuria... Nos besamos en su coche el sábado después de la fiesta. -dije pasando la mano por mi cara- ¿Cómo sabes que tiene novia?

- Los vi ayer paseando cuando fui a comprar. Espera... ¿¡Te has liado con él!? O sea, tengo una putra cena familiar y me pierdo una puta fiesta y te lías con tu crush. No puede ser... ¿Las chicas lo saben? ¿Y su novia? ¿¡La ha engañado contigo!?

- No fue liarme. Solo nos besamos y ya está. Aunque no debería haberlo hecho al parecer...

- Bueno, lo siento...

- Tranqui pequeña, no importa. Me tenía que enterar de alguna manera y por lo menos, ha sido con la mayor brevedad posible. -sonreí oyendo el timbre de la campana. Hora de volver a clase.

Me despedí de Nuria y fui a mi siguiente clase. Matemáticas. Me dirigí al pabellón más grande, ya que mi instituto era una conexión por pabellones y el más grande es donde daba matemáticas, pero justo cuando iba a llegar a la clase alguien me cogió llevándome hasta una zona apartada del gran pasillo. Resulto que la persona culpable de mi próximo retraso en clase se llama Alex. El mismo que resultó tener novia. Que pronto acabará en la lista de los excrushes. Por favor... ni que esto fuera una telenovela, era demasiado estúpido y demasiada mi mala suerte.

- ¿Qué quieres? -dije mirándole.

- Vaya princesa, el sábado eras más cariñosa. -dijo mirándome con una sonrisa juguetona.

- Siento decirte que el sábado no estaba en mis cinco sentidos, así que no te acostumbres a esa yo. -miré para otro lado.

- ¿Te he hecho algo? -me dice dudoso.

- Bueno, quizás sí y quizás no. ¿Por qué no se lo preguntas a tu novia? -dije sin poder detenerme.

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