Y acá me tenés y no sé que esperas, no entiendo que esperas... Me pediste que viniera, que te ayudara. Me pediste que sanara las grietas que tenías. Te prometí amor eterno, te prometí confianza ciega. Te prometí tantas cosas que sé que no podre cumplir.
Te amé. Te amé como si no hubiera un mañana. Te amé cada día como si fuera el último. Te amé, sí, así en pasado.
Dejame un rato, que de a poco me recompongo sola. Yo no soy ninguna nena, soy una mujer. Mis peajes son caros, por que mi amor no es como otros. Tengo una cantidad infinita de amor esperando a ser correspondido. Me considero enamorada del amor, de los detalles, del café por la tarde y las cobijas por la noche, el buen sexo en la mañana y los besos en la frente. Dejame demostrarte cuán equivocado estabas, dejame recordarte todo lo bueno que tuvo lo nuestro. Lo efímeramente nuestro. Dejame decirte que no voy a volver, y demostrarte que acá la que sufrió más fui yo pero que al final el que más perdió sos vos.