Desordenes mentales

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  Cansada de jugar a las muñecas, me sumergí en mi mundo de fantasía, el que está adentro del armario de la habitación de mamá. Traté de esta vez jugar utilizando mi imaginación pero con cosas más "normales" como dice mamá.
  Kev se acerca, me hace una caricia en la mejilla y me dice que todo va a estar bien, que no importa lo que mamá diga o piense, él es real. Mucho más real de lo que todos creen. Me alejo de sus manos, siempre frías, siempre blancas, tan distantes y tocandome, no las siento. A veces me da miedo, aunque en realidad él nunca me ha hecho nada.
  Dice que a veces papá vuelve tarde y no es por el trabajo, dice que mamá cree que estoy un poco loca. Dice que estuvieron hablando de encerrarme de vuelta, y yo no pienso volver ahí. Hablando con Kev llegue a la conclusión de que lo mejor es escaparme, él está de mi lado. Pero me ha dicho que primero debía arreglar ciertos asuntos.
  Preparé mi mochila, guarde mi cepillo de dientes, las muñecas, mi diario, un lapiz y una goma, y una muda de ropa. Espere a Kev.
                                                                                    * * * * *
  Estabamos alejándonos lentamente cuando escuché la sirena policial, ví la patrulla acercándose a la casa. Un escalofríos me recorrió el cuerpo, Kev no quería que volvieramos, dijo que para qué.... Por fin habiamos logrado irnos sin que nadie nos molestara y yo ahora pensaba en volver. Simplemente no podía irme así, el sonido de la sirena me ponía más nerviosa de lo que ya estaba.
  Comencé a correr, solo nos habíamos alejado unas cuadras.... Al llegar, había tres patrulleros afuera de la casa, ya no parecía mi casa esa casa. Mucho menos mi hogar. Había una ambulancia pero no era como las normales, ésta tenía diferentes iniciales en la carrocería.
  Quise acercarme corriendo y un policia me detuvo, tenía una expresión de horror en la cara, no entendí nada. Kev no estaba, grite por él, llamandolo. El policia sólo me miraba.... Cuando volví la vista a mis manos había sangre en ellas, mire mi vestido y estaba empapado en sangre, en mi mochila había un cuchillo.
  Desde adentro de esa casa, sacaban los cuerpos sin vida de mis padres. El brazo de mamá colgada de la camilla. Escuché a un policía decir al pasar -Dos muertos, asesinados a cuchillazos por su hija de trece años. Leila sufre de severas enfermedades mentales(...) Fue detenida queriendo reingresar al lugar del crimen-
  Leila.... Leila.... esperen... yo soy Leila, y ese cuerpo es el cuerpo de mamá, y el que subieron a la ambulancia era papá. La sangre, el cuchillo, los cuerpos, Kev....
  No entendí que pasó, pero me volvieron a encerrar y esta vez... parece que es para siempre.   

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