Capítulo 1 Primer día.

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-¡Lucy! Qué te dije de no agarrar mis tacos.
Escucho como mi amiga sube corriendo las escaleras y me mira agitada con una mano en el corazón.
-¿Qué sucede Kath?- Dice con la poca voz que le quedó.
-Cuántas veces voy a decirte que no uses mis tacos, sabes que son mis favoritos para ir a clase, y más el primer día.
-¿Me has hecho correr como Forrest Gump para decirme que no use tus tacones?- Asiento enojada.- Estas loca Kath, además desde la última vez que me gritaste por una hora seguida por habértelos usado no los use nunca más.
Veo asomarse a Eli por la puerta dejando verse solo la cabeza.
-He oído los gritos.- Dice tímidamente.
-Sí, nuestra gran amiga Lucy no quiere admitir que ha usado nuevamente mis tacos.- Le doy una mirada fulminante a mi amiga.
-Y no lo hizo.- Se pone colorada.- He sido yo.
-¿Tú?- Suelto una carcajada.- Vamos Lucy dime cuanto le pagaste para que diga eso.
-Acá están.- Los tiende para que los pueda ver.
-¡Las voy a matar!- Me levanto a toda velocidad de la cama y comienzo a perseguirlas mientras ellas corren.
Se oyen risas por todo el departamento y gritos de desesperación para que no las atrape. Estoy segura que los vecinos nos van a echar.
Recibo un almohadazo y quedo tendida en el piso mientras mis dos mejores amigas corren a hacerme cosquillas.
-Basta, basta.- Digo entre risas.- Están perdonadas.
Me sueltan y me siguen mirando con la sonrisa plasmada en su rostro.
-Tienen suerte de que aún quede una hora para prepararme he ir al primer día de la universidad.
-Yo que vos no estaría tan segura de eso dice Lucy.
-¿A qué te refieres?
-Son 7:30.
-Mierda, mierda y más mierda, en que momento desperdicie tanto tiempo.- Comencé a correr en busca de mi ropa, me peino rápido dejando mis bucles naturales y me coloco un poco de maquillaje.
-¡Cómete una manzana!- Me grita Eli mientras me la tiende, la agarro y salgo deprisa del departamento.
No puedo creer que pasó tan rápido el tiempo. Busco mi auto en la cochera, una vez encontrado me subo en él y me pongo a hacer marcha atrás para salir del estacionamiento.
Le doy unos cuantos mordiscos a mi manzana mientras tarareo "Wake me up when september ends" de Green Day.
Hoy es mi primer día de clases del quinto año de la universidad de medicina, amo los primeros días, no es que me guste estudiar ni nada por el estilo, pero si me gusta la carrera que elegí y ver mis nuevas materias, además de reencontrarme con mis dos mejores amigos, claro además de Lucy y Eli, pero ellas viven conmigo.
Estaciono el auto en el estacionamiento del instituto mientras busco si se encuentra el de Emily y el de Cody. Puedo ver el auto gris de Cody pero no encuentro el de mi amiga.
-Oh ahí estás preciosa, te estaba buscando.- Me doy vuelta y ahí estaba mi mejor amigo.
-¡Te extrañe!- Corro para abrazarlo.
Cody es un chico de un castaño claro y ojos color miel, tiene unos rasgos muy guapos para ser sincera, pero lo conocí como amigo y así seguirá siendo, además creo que a Emily le gusta, pero jamás lo confiesa. Ya voy a hacer que los ratones le devuelvan la lengua.
-¿Cómo la has pasado en tus vacaciones en California? Tienes un color envidiable.- Lo golpeo en el hombro.
-De lujo, me he tirado a todas las que pude.- Se acera a mi oído mientras que me susurra.- Y no fueron pocas.
-Eres un depravado, no me cuentes a quienes te tiras, deberías reservarte esas cosas.- Digo con cara de asco.
-Oh vamos, como si no quisieras hacerlo conmigo.
-Y estas en lo cierto campeón, no me gustan los que la tienen chiquita.
Dicho eso me dirijo hacia mi salón dejándolo atrás. Corre para alcanzarme y me espeta.
-¿Quién te ha dicho que es chiquita? Lo mataré al imbécil que dice esas mentiras de mí.- Ruedo los ojos ante su comentario.
-Disculpa señor perfecto que hay que alagarlo cada vez que pasa, no me lo ha dicho nadie, es solo que...
-¡¿Qué?!- Me entra la risa ante su reacción.- Deja de reírte.
-Solo bromeo contigo, no me he puesto a prestarle atención a tu amigo, pero pregúntale a Emily, de seguro ella sabrá.
-¿Qué sé qué?- Me giro rápidamente y siento como se tira a mis brazos.
-¡Te extrañe Kath!- Le correspondo el abrazo y le digo que yo también.
-Ejem.- Se escucha una toz falsa por parte de Cody.
-Oh a ti también te extrañe, pero no tanto como a Katherine.- Me suelta para ir con Cody.
Una vez que terminamos de saludarnos nos dirigimos a nuestras respectivas clases, yo voy con Emily a la sala cuatro del tercer piso ya que concordamos con la primera materia a diferencia de nuestro amigo.
-Espero que nos toque un profesor sexy esta vez.- Dice Emily mordiéndose el labio.
-Yo espero que este sea un poco más inteligente que el anterior. Dios mío ese hombre sí que era un desastre.
-Y así le fue.- Dice mi amiga largando un suspiro.
Entramos charlando al aula, cuando siento que mi amiga queda quieta mirando a algo, o a alguien...
-¿Qué tienes Emily? No será que....- Hago una pausa al darme cuenta lo que estaba viendo.- Oh ya veo a que se debe tu reacción. A caso ese no es...
-Sí, es mi hermano.- Me interrumpe Emily con el ceño fruncido.
-Buen día señoritas llegan a tiempo para comenzar la clase, siéntense donde puedan.
Veo a mi amiga acercándose a su hermano mientras le dice algo por lo bajo.
-No es necesario que me trates de usted. Ah y no habían suficientes universidades como para elegir, o ¿esta era la única que aceptaba a tontos como profesores?- Veo que lo fulmina con la mirada y el solo le sonríe.
Nos dirigimos a nuestros asientos aunque a decir verdad no veo ninguno libre a excepción de dos, los cuales tenemos que compartir asiento con valla a saber quiénes son esos dos chicos.
-Yo voy a este.- Se adelanta Emily.- No pienso ir hasta ese lugar, sabes lo que tardas en salir después.- Ruedo los ojos y me dirijo al asiento en donde se encuentra un chico de un pelo castaño oscuro, no puedo verle la cara ya que está concentrado anotando algo en su cuaderno.
-¿Te molesta si me siento aquí?- No contesta así que le toco la mano para que me preste atención.
Este la quita rápidamente. Siento como al tocar su mano una electricidad recorrer todo mi cuerpo. Quizá el sintió lo mismo o quizá doy tanto asco que se asustó, no lo sé pero si es por eso me ha bajado el autoestima hasta el punto de hacerme sentir un trol.
Por fin el extraño levanta la mirada y me observa.
Santa madre de dios, creo que mis braguitas se empaparon, este chico es precioso, definitivamente es el hombre más hermoso que vi en la vida. Tiene unos impresionantes ojos azules grisáceos, unos rasgos perfectos con una mandíbula bien marcada, la cual hace que mis ojos se dirijan a sus carnosos labios.
No puedo apartar mi vista de esos labios tan perfectos que te dan ganas de arrancárselos de un mordisco.
-¿Me decías algo?- Mierda, esa voz, esa voz tan seductora y gruesa con un tono ronco, es completamente sexy.
Vamos Katherine, qué te sucede estás haciendo el ridículo mirándolo con la boca abierta y estoy casi segura que en cualquier momento se me cae la saliva.
-Em...- Vamos nena, formula una maldita palabra, no es tan complicado.- Em, sí, te decía si me podía sentar aquí.
-Claro.- Se queda unos segundos mirándome fijamente pero al rato le quita importancia y vuelve sobre lo que estaba haciendo.
Saco mis cosas y comienzo a prestarle atención a la clase, pero la sensación de una mirada posada en mi me distrae y me giro para ver quién era, y ahí estaba, era mi compañero mirándome fijo. Le sonrío y le pregunto si necesita algo pero este se gira y deja de mirarme.
Vuelvo a la clase y ya voy escuchando lo que parece ser una hora y otra vez siento una mirada puesta en mí, decido ignorarla, de seguro tengo un moco en la nariz y se está riendo de mí. Pero unas frías manos rosando mi cuello hacen que me sobresalte.
-¿Pero qué haces?- Digo dirigiendo mi vista al dios griego.
-Silencio alumnos.- Nos regaña el hermano de Emily, el profesor.
-Disculpe.- Dicho eso vuelvo mi atención en el extraño que tengo a mi lado.
-Perdón es que tienes una marca en el cuello y quería verla.- Lo miro extrañada.
-Disculpa pero yo no soy de esas chicas que se dejan hacer marcas.-Digo a la defensiva.
-No esa clase de marca, hablo de la que tienes de nacimiento.- Me sonrojo ante mi comentario estúpido.
¡Vamos Kath!, si sigues así lograrás espantarlo al chico por completo. ¡Tú puedes!
-Ah, esa marca. Nunca recuerdo que la tengo está muy atrás y no logro verla.- La marca está a un costado del cuello.
-Es una media luna.- Me espeta.
-Sí, es extraña.
-Shh, silencio.- Escucho a una chica del banco de enfrente pidiéndonos que nos callemos y le hago caso.
Luego de una larga hora suena el timbre y me dispongo a recoger mis cosas.
-Fue un...- ¿Dónde está?
Al girarme mi compañero de banco no estaba más en el lugar. ¿Pero qué carajos? Si hace apenas un segundo lo vi sentado a mi lado. Miro para todos lados buscándolo pero no lo encuentro.
Y la rara era yo. Cómo alguien puede irse tan de prisa, entiendo que se quiera ir, yo también quiero hacerlo pero ese tipo es flash o tiene la capa de invisibilidad de Harry Potter.
Le quito importancia y me dirijo hasta donde esta Emily para ir a comer.
Siento como mi panza ruge.

Eternamente MÍADonde viven las historias. Descúbrelo ahora