Capítulo 10

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Katherine

Luego de la gran cena y las risas que compartimos los tres, estoy acá, otra vez encerrada en esta pieza, con la diferencia de que Aaron me dejó la copia de una llave.
Es un buen chico, fue el quien hacia que me riera, Evans se la paso observándome y cada tanto dejando que se le escaparan algunas risas pero sin quitar la seriedad de su cara.
Una vez que me cepille los dientes, me recoste en la cama, pero el ruido de la puerta abriéndose me interrumpe.
-¿Qué haces aquí?- Me siento en la cama para verlo mejor ya que no hay luz, más que la de la luna que entra por la ventana.
-Quise saber si necesitabas algo más.- Se encoje de hombros.
Se ve muy lindo con la luz de la luna iluminándolo haciendo que brillen sus hermosos ojos verdes.
-No gracias estoy bien.- Le digo a Aaron con una media sonrisa.
-Esta bien me voy, cualquier cosa que necesites estoy en el cuarto de arriba.- Se esta por marchar pero yo lo detengo agarrándolo de la mano. El mira el agarre y luego vuelve sus ojos a los míos, aunque no haya mucha luz puedo notar que se a ruborizado.
-¿Aaron t-te puedo hacer una pregunta?- Veo como traga saliva con dificultad mientras se lo ve nervioso.
-Sí.
-¿Tú también eres lo mismo que Aaron?
Veo como lleva sus manos a la cabeza y despeina su melena castaña. Se me hace muy difícil apartar mi mirada de cada movimiento que hace, hasta que llego a sus labios...
No Kath, ¿no te basta Evans?
Saco esos pensamientos de mi cabeza y pongo mi atención en lo que dice.
-¿Te refieres al monstruo que somos? Entonces sí.
-No me parecen monstruos, bueno, no tú.- Larga una pequeña risa y me mira con tristeza en sus ojos.
-Evans tampoco lo es, sólo que paso cosas muy difíciles Kath, dale una oportunidad.- Me pongo nerviosa al sentir como me acaricia el rostro con sus grandes manos.- Eres preciosa, pero no eres mía.
Trago saliva con dificultad y no puedo apartar mi vista de esos carnosos labios.
-No soy de nadie Aaron.
-Luego lo entenderás pequeña, ahora duerme.- Comienzo a sentir mis párpados pesados haciendo que se me haga imposible mantenerme despierta.
Sin darme cuenta entro a un profundo sueño.

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Evans

Oigo como la puerta se abre y trato de esconderme en algún lugar.
-No te preocupes Evans, ya se que estas escondido.
Salgo de mi escondite y lo miro parado enfrente mío. Hay algo en su rostro que me hace dar intriga, ¿a caso veo tristeza?
Ah no, el no se enamorará de Kath ella es mía y de nadie más, quién se cree este para entrar a su cuarto y cautivarla con su cara de perro mojado.
-¿Qué hacías allí con ella?
-No te importa.- Me ignora y sigue caminando.
-Me importa porque si no no preguntaría, y por si te olvidaste, ella es mía.- Lo veo encogerse de hombros y sigue caminando.
Lo agarró del cuello de la remera y lo estampó contra la pared con brusquedad.
-Mira no se que le has dicho ni a que fuiste, pero en cuanto te vea ponerle una mano en sima de ella, anda imaginándote tu muerte.- Lo suelto con brusquedad mientras trato de controlar mi respiración.
-Mira amigo, sólo te voy a decir una cosa. Ella es hermosa, tanto físicamente como la gran persona que es, y si a ti te cuesta verlo no es mi problema. Yo no soy quien la encierra y la trato como una basura amenazándola en cada oportunidad que tenga.- Dicho eso se va sin dejarme protestar.
¿Tan mal la trato? Bueno claro esta que no la traté como a una princesa, pero es que no entiende, la he buscado durante años y una vez que la encuentro no me reconoce, no me dirige la palabra y me veo forzado a obligarla, si no se me va a escapar otra vez y esta vez quizá para siempre.
Saco esos pensamientos de mi cabeza y me dirijo a pegarme una refrescante ducha así se me aclararían mis pensamientos.
Antes de meterme bajo el agua caliente me detengo a ver una caja pequeña de madera, la abro y cojo lo que hay en su interior, es una foto, en ella hay una chica de unos característicos bucles, luciendo una hermosa sonrisa, siento un nudo en la garganta y decido dejar la imagen de donde la saqué.
Pero luego me dispongo a pensar en Katherine.
Hay algo en esa niña de ojos verdes que me hace perder la cabeza por completo.
Desde ese beso que nos dimos no paro de pensar en esos rojos y hermosos labios.

Gracias por los votos! Se que son poquitos, pero me hacen muy feliz. Me gustaría que me den su opinión y que me digan que es lo que oculta Evans con respecto a Katherine, el por qué afirma que es suya.

Eternamente MÍADonde viven las historias. Descúbrelo ahora