Capítulo 13 La verdad.

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Evans

Miro a los ojos a Katherine buscando las palabras correctas para poder contarle toda la verdad, pero como si el viento se apoderara de mi mente hizo que no pueda pronunciar ni una palabra. Maldita sea, no puede ser tan difícil.
Sí lo es, y lo sabes Evans, tienes miedo de que sepa la verdad y no quiera estar contigo.
-Evans, ¿Qué verdad?- Me interroga impaciente.
Paso una mano por mi cabello jalándolo con fuerza para que por fin las palabras salieran de mi boca.
-Em... no sé cómo ni por dónde empezar.- Confieso.
-Yo diría que sería un muy buen comienzo si empezaras desde el principio.
La agarro de las manos y la dirijo a la orilla del arroyo haciendo que se siente a mi lado.
-Bueno mira Kath, no es coincidencia que tengas la misma marca que yo.- Veo cómo se lleva la mano en donde se sitúa la mancha.- Nuestro linaje, lleva una secuencia de doppelgangers, son personas iguales a nosotros, más bien son idénticos, lo que varía es la actitud, pero en lo físico somos la misma persona.
-¿A qué vas con eso?
-Espera... a lo que voy con eso, es que esas personas están... destinadas a estar juntas.- Me detengo a verla.- Es como que el destino nos une, por eso sientes esa atracción tan fuerte por mí, yo también la siento con vos.
-Pero espera, hay algo que no entiendo, vos me dijiste que me buscabas, entonces el destino no participo mucho en todo esto.
-Yo sabía que vos habías nacido, pero no sabía en dónde, ni quien eras.
-Entiendo.
-Bueno, esa marca la tenemos todos los doppelgangers, pero la nuestra es distinta, siempre son lunas llenas o casi llenas, la nuestra es una luna nueva. Eso quiere decir, que nuestra sangre es más poderosa que la de los demás. Por eso quería encontrarte, hay muchas personas que quieren tu sangre, y mi deber era protegerte.
-¿Me quieren matar?
-Algunos sí, otros solo necesitan de un poco de tu sangre. Bueno el punto es que si yo sigo tomando de tu sangre, seré mucho más fuerte, casi igualando la fuerza de un vampiro de mil años.
-Lo entiendo, así que estamos destinados a estar juntos, pero ¿Por qué eso es malo? Digo, a mi no me molesta estar contigo.- Baja la vista.
-En realidad no es malo, bueno no para mí, pero si te cuento una parte de la historia creo que te estaría debiendo la otra parte.- Ella asiente.- Antes de conocerte a ti y entender todo este lio de doppelgangers, yo me enamoré de una chica, hace muchos años, era preciosa, tenía esos ojos verdes que brillaban sin necesidad de haber luz, una sonrisa que te llenaba de felicidad y una risa que se te contagiaba. Era hermosa, era la mujer más bella que vi en toda mi vida, quede completamente perdido en la seducción de esa mujer. Pasaba el tiempo y cada vez me sentía más unido a ella, era una criatura extraordinaria que se llevaba la mirada de muchos. Esa chica era tu doble Kath. Perdido en su seducción, un día la encontré hablando con una persona, estaban discutiendo, ella le decía que no podía seguir fingiendo, que ese no era el trato, así que lo entendí todo, hablaba de mí. Abrí la puerta y entre hecho una furia, no podía soportar escuchar esas cosas de la boca de mi amada. Yo... la amaba, la amaba con todo mi ser, y me rompió el corazón.- Katherine agacha la cabeza y veo tristeza en su rostro.
-Ella estaba unida con vos, ¿No es verdad? Como nosotros dos.- Dice con decepción.
-En realidad, ella llevaba la marca, pero no era la misma que la mía, así que nuestra sangre no hacía el mismo efecto que el que lo hace entre nosotros dos. Yo no sabía nada de todo este tema, me entere luego. Ella estaba conmigo para tomar de mi sangre y poder ser más fuerte, pero eso no sucedía, así que me descarto como a un papel mojado.
-Pues no sabe de lo que se pierde.- Me besa con dulzura los labios y yo le acaricio su perfecto rostro.
-Ahora que te tengo, me puedo dar cuenta el tiempo que perdí amando a esa mujer, vos sos una versión mejorada de ella en todos los sentidos.- Me dedica una dulce sonrisa.
-Me dijiste que ya sabías lo de mis padres... ¿Cómo lo sabes?- Largo un suspiro de frustración.
-Tus padres Kath, eran uno de los últimos cazadores que quedaban de vampiros, ellos estaban en un grupo con más personas que se dedicaban a matarnos. Se ganaron unos buenos enemigos con eso... En una junta que hacían con tu padre, un grupo de vampiros entró e incendiaron todo el lugar...- Hago una pausa con dificultad de seguir.- Yo... yo estaba en ese grupo de vampiros Kath.
-¡¿Qué?!
-Déjame terminar por favor.- La agarro de los brazos tratando de que no se valla de mi lado.
-¡Suéltame!
-Kath, tienes que escucharme. Yo no provoqué el incendio, yo sabía quiénes eran tus padres, para ese entonces yo ya sabía que eras su hija. Fui... fui a impedirlo y no pude hacer nada Kath.- La miro con súplica mientras sus ojos derraman lágrimas.- Tienes que creerme cuando te digo que hice lo que pude para que no suceda eso.
-¡No te creo!- Se suelta de mi agarre y sale corriendo.
Mierda, yo sabía que esto iba a pasar, sabía que no me iba a creer.
Una angustia y vacío recorren mi pecho con frío, hacen que se forme un nudo en mi garganta, y una miserable lágrima cae por mi rostro.
Me enamore de esa chica, no quiero perderla, no quiero que me vea como me ve ahora, no soportaría no tenerla. Hice lo posible para que no le sucediera nada.
Decido darle su espacio para pensar, mientras la observo sentada en la colina con lágrimas recorriendo su hermoso rostro, enmarcándolo en suaves gotas de agua salada, haciendo que cada lágrima que cae estruja mi corazón con fuerza, no soporto verla así por mi culpa. Ella es fuerte y no se merece nada de lo que vivió y no puedo perdonarme hacerle daño.
-Kath...- Me acerco a su lado pero ella se corre unos centímetros mirándome con odio y dolor, haciendo que mi alma se caiga a mis pies.

Graacias por los votos, y a esas chicas que sé que siguen con la lectura, les dejo un beso enorme! Y me encantaría que comenten dando su punto de vista y\o opinión. Se que son pocas las lecturas y votos, pero aún así hacen que quiera seguirla.

Eternamente MÍADonde viven las historias. Descúbrelo ahora