Capítulo 18 Para siempre.

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Katherine

-Ya hablé con Alaric. Dijo que nos esperaba a eso de las nueve de la mañana.- Se queda quieto analizándome.- Kath... ¿Estás segura de esto? Porque si no...- Lo interrumpo antes de que pueda seguir.
-Mírame.- Atrapo su rostro entre mis pequeñas manos.- Estoy tan segura de esto como el decirte que te amo. - Me alejo de él y comienzo a caminar hacia el ventanal. - Mira Evans, es la única forma que voy a poder sacarme ese peso de encima, esa sensación de saber que mis padres murieron y nadie hizo justicia por tal suceso; y como su hija, me siento responsable de cobrar venganza, y por fin podre sonreír en las noches cuando sus recuerdos crucen por mi mente. Sabiendo que van a poder descansar en paz.
Le dedico una sonrisa al finalizar mi discurso como sello que cierra un trato. Este no deja de verme con el entrecejo fruncido.
Se acerca a mi lado agarrándome desde atrás mientras siento como apoya su rostro cerca de mi oído haciendo que su suave pelo me haga cosquillas y yo me estremezca. Involuntariamente cierro mis ojos al escuchar el suave ronroneo de su voz tan cerca de mí.
-Tienes que entender, que no podría soportar perderte. - Siento como su agarre se intensifica en mi cintura. - Te amo Kath.- Se me eriza la piel con el roce de sus carnosos labios en mi lóbulo.
Sin pensarlo más, me giro lentamente hasta poder quedar frente a él sin apartarme ni un milímetro de su cuerpo. Dirijo mi vista a sus dos pozos azules que me tienen tan hipnotizada. Acerco mis labios hasta los suyos haciendo un suave rose, sus pupilas se dilatan al instante.
-Yo también te amo Evans, y jamás me perderás. Soy tuya para siempre.- Dejo de torturar a nuestros pobres cuerpos y les doy lo que tanto anhelan.
Comienzo a besarlo lentamente sin dejar que el mueva sus labios, dejo un pequeño beso en la comisura de sus labios y me relamo la boca lentamente.
-No me tortures.- Dirige sus fuertes brazos a mi cabello y los agarra con fuerza provocando que se me escape un gemido.
Como respuesta muerdo su cuello y lo relamo al instante. Empiezo a bajar mi mano por su fuerte torso hasta llegar con el final de la remera. Juego con ella mientras me dejo devorar la boca por aquella criatura tan hermosa.
Nuestras lenguas se unen y ya sin poder resistirme de la tentación deslizo mi mano por debajo de la prenda y acaricio admirando cada músculo endurecido.
-Te amo preciosa.- El beso se hace más intenso y siento como un fuerte calor recorre todo mi cuerpo.
-Solo hazlo Evans. - Espeto sin abrir mis ojos.
Escucho un gruñido como afirmación y me dejo caer en el placer inevitable que crece entre los dos.
Pasa sus dedos por entre mis cabellos y apoyo mis manos en sus hombros.
Es inevitable pensar en la química que tenemos, en como nuestros cuerpos encajan perfectamente por más que yo sea bastante más baja que él, pero hay algo en nosotros que siempre encontramos la manera de poder encajar y entendernos mutuamente sin tener que usar las palabras. Hacía que deseara quedarme entre sus brazos por horas.
Comencé a sacar su camiseta por encima de su cabeza, escucho como se ríe por lo bajo cuando me enfado porque se me atascó la remera impidiéndome el paso. Pero gracias a dios, este jala de su remera con decisión y la arroja en el suelo simplificándome la tarea.
Acaricio sus costillas y me detengo para observar la perfección de su cuerpo, veo que tiene un tatuaje que no logro distinguir bien que es, pero le queda genial, haciendo un lindo contraste con su piel.
Deslizo mis manos hacia abajo, y comienzo a ocuparme con la cremallera de su pantalón. Al segundo de terminar con su jean, me alza como si fuera una maldita pluma y me deja caer en el centro de la cama.
Algo desconcentrada me quedo quieta observándolo mientras se deshace del resto de la ropa. Se acerca sigilosamente hasta quedar encima de mí. Me sobresalto al sentir sus manos frías por debajo de mi camisa y se inclina para dejarme suaves besos a lo largo de mi cuello.
-Eres como un buen vino Evans, entre más antiguo mejor sabe.- Lo oigo largar una risa.
-Sinceramente no sé cómo tomarme a eso, pero debe ser por la experiencia que te da el tiempo.
-Sinceramente, yo tampoco sé cómo tomarme a eso.- Nuestras risas resonaron, haciendo de este momento aún más delicioso.
Sus dedos rozan mi vientre y me tenso al instante. Flexione las piernas para dejarlo entre ellas.
-¿Este momento si lo consideras oportuno o me dejaras con las bragas mojadas otra vez?
Ahora sus manos estaban debajo de mi corpiño causándome jadeos de deseo. Siento como lo desajusta y paso mis manos por las tiras para deshacerme por completo de él. Me da un casto beso y se dirige a mi pecho.
-¿A ti te parece que soy tan imbécil como para perderme esta ocasión? - Me dedica una sonrisa de costado reluciendo sus perfectos y blancos dientes y yo en ese mismo instante creo que dejé escapar una catarata.
Sellé su boca con la mía y al instante me respondió acariciándome con sus perfectos labios. Eh besado a otros, pero jamás sentí nada parecido, con lo que me hace sentir Evans al besarme, es como la cantidad justa y necesaria de dar y recibir, la cantidad exacta de lengua, la cantidad exacta de jadeos que me hacían sentir que estaba en el cielo.
Comencé a pasar mi lengua por sus hinchados labios lo que causó que cerrara sus ojos.
-Si esto no es especial e inolvidable, debo admitirte mi querida Katherine, que entonces no hay ningún momento perfecto para ello. Porque más perfecto que esto no existe. - Se detiene para observarme.- Heres hermosa.
Recorrió con su lengua la base de mi cuello y siguió hasta envolver mi pezón con su boca, empezó a succionarlo y podía ver lo duros que se pusieron ante su caricia. Por acto involuntario mi espalda se arqueó y con mis piernas trataba de ayudarme para alcanzar su miembro erecto y frotarme contra él. Soltó mi pezón para dejar un beso entre mis pechos.
-Habrá muchos momentos más como estos, de eso estoy más que seguro.
Empezó a dejar un sendero de besos desde mi cuello hasta mi vientre con su lengua haciéndome estremecer. Dejó de besarme para apoyar su mano en mi abdomen y hacerme pequeñas caricias en él, comenzó a bajarla hasta introducirse en mis jeans e hizo un dibujo que provocó que una nueva oleada de calor inundara todo mi cuerpo.
Comencé a moverme debajo de él, con ansias de sentirlo dentro de mí.
-Evans.- Digo con vos entrecortada. - Deja de torturarme.
Siento como comienza a mover su pulgar con más rapidez en forma de círculos en mi zona húmeda. El placer se va acumulando cada vez más en mi vientre.
Lo tome por la nuca para acercarlo contra mi boca en busca de otro beso, siento como Evans me sonríe en mis labios, se movió a un lado y con rapidez quito mis jans y mis bragas dejándome completamente desnuda.
Una vez que estamos los dos completamente desnudos Evans vuelve a colocarse encima de mí y con su miembro erecto se adentra con delicadeza para dar suaves emboscadas dentro de mí. Cuando el ritmo se acelera lo paro y me coloco encima de él y comienzo a mover mis caderas como con un sensual baile. Veo como todo su cuerpo se tensa y aprieta con fuerza sus labios. Agarra mi cadera y la empieza a mover para darme de entender que eleve mi ritmo y así hago.
Cuando el placer esta por envolverme me gira bruscamente para quedar arriba mío y sin cuidado me da fuertes emboscadas provocando que me agarre con fuerza de su espalda clavándole mis uñas. Los gemidos se intencionan y sin poder aguantar más caigo en el abismo del placer y siento como con unos últimos movimientos él llega conmigo mientras nuestros jadeos se mezclan y los pechos se mueven rápidamente.
-Me encantas.- Me espeta con voz ronca.
-¿Otra?- Lo miro con precaución.
Este se ríe y me agarra por la cintura para comenzar otra vez ese paraíso de amor.

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⏰ Última actualización: Mar 19, 2016 ⏰

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