Mayra entró con su guitarra en casa, estaba agotada, no podía más. Demasiadas emociones. Por eso dejó que su novio y su amigo bajaran todo y lo pusieran en la habitación que no se usaba.
Se dio una ducha rápida, se puso un pijama y se acostó a dormir. Nada más poner la cabeza en la almohada se quedó dormida.
Nancy no quería dejar sola a su amiga por si la necesitaba, así que Tiger y ella se quedaron a dormir en el sofá.
-Si hacen guarrerias no me despierten. Que desde la paliza estoy a pan y agua.- Bromeó Ulises.
-¡Idiota!- Exclamó Nancy.
-Hermano, nosotros respetamos casa ajena.- Protestó Tiger.
Ulises los dejó solos y se fue a acostar también, se desnudó y se acostó al lado de su novia pero un mensaje le desveló por completo. Era un mensaje del rata.
"Parece ser que tu noviecita se ha decidido definitivamente por ti. Cuídala bien."
No contestó porque sabía que lo que estaba buscando era ponerlo nervioso, provocarle para hacerle cometer alguna estupidez.
Cuando Mayra se despertó por la mañana Ulises estaba despierto observándola. Ella quiso salir, ir de compras.
Él deseando complacerla se vistió y juntos salieron de la casa dejando dormir a sus abrazados amigos.
Desayunaron en una cafetería y luego Mayra fue a una joyería a comprar unas alianzas. Tenía un plan en mente. Le mandó a Nancy un mensaje para que la ayudara. Quería que la ayudara con su idea.
Cuando volvieron estaba todo preparado, la casa sola y el suelo del salón decorado con pétalos de flores, velas por doquier dando ese toque romántico.
Ella se acercó a su novio y lo abrazó. Mientras lo abrazaba le hizo una importante pregunta:
-Ulises, ¿te casarías conmigo?-
-¿No debería ser yo quién te pregunte eso?- Preguntó sorprendido él.
-Quizá pero me he adelantado yo.-
-¿Qué andarás tú planeando?-
-Si nos casamos y lo publicamos en todos los diarios mi padre no podrá hacer nada contra nosotros. Porque todo el mundo lo sabrá. No podrá mentir.-
-¿Y cómo conseguiremos un juez y toda la parafernalia que necesitamos?-
Mayra miró a su novio haciéndole ojitos, transmitiéndole con la mirada lo que había que hacer, solo que quería que lo dijera él.
-Ah no May no pienso llamar a Faisán.- Después de decirle eso la besó para intentar distraerla de la idea de llamar a Faisán, el beso ganó en intensidad y ella sintió la erección de él en su vientre.
-Dios May no puedo aguantar más, necesito hacerte el amor ya.- Protestó Ulises, sintiéndose incapaz de prolongar por más tiempo el celibato.
-¿Te sientes totalmente recuperado de los golpes?- Preguntó ella preocupada.
Él gruñó contra su boca deleitándose en aquel beso que le estaba despertando la lujuria.
Alguien tocó a la puerta y Ulises fue a abrir bastante molesto, Sandro empujó la puerta para entrar.
-Vengo a darte un ultimátum hija, da a ese mocoso en adopción cuando nazca y vuelve a casa. Haremos como si nada hubiera pasado.- Dijo Sandro intentado hacer que volviera al hogar paterno.
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LOS JUEGOS DEL AMOR.
RomanceElla se ilusionó con León. Su vida estaba llena de sueños e ilusiones que empezaban con él y terminan con él. Una mañana fue a buscarle para darle una sorpresa y oye una conversación que deseó no haber oido nunca. Huye del lugar destrozaday tropieza...