Esperaba ganar la carrera y con el dinero pagar un notario para hacer testamento.
Se sentiría más seguro dejando algo para Mayra y el bebe, la vida no la tenía segura, las balas y los traidores estaban por todas partes.
Aparcó en la puerta misma de la academia y se apoyó en la puerta del copiloto a esperar a Mayra.
Cuando salió lo hizo con su hermana, ambas sonreían y parecían contestas. Ella lo vio y corrió a refugiarse en sus brazos. Y tiró por él, Ulises feliz se dejó llevar.
Quería presentarle a su propia hermana, no se rió por no hacerla enfadar. A veces era tan despistada y tan inocente. Aunque también era lógico porque poco había ido por la casa. Antes de instalarse definitivamente había estado viajando. Por eso Mayra no podía recordarla.
-Mire profesora le presento a mi novio.-
-No me digas que estás saliendo con el impresentable de mi hermano pequeño.- Dijo disgustada Elisa, le preocupaba que Mayra saliera herida de aquella relación.
Ulises frunció el ceño disgustado con la actitud de su hermana.
-No vengas ahora a hacer de hermana mayor Elisa. Nunca estuviste, ni siquiera cuando mamá murió. Era más divertido estar perdida por alguna parte del mundo.- Protestó él echándole en cara algo que llevaba tiempo queriendo reprocharle.
Los dos hermanos se midieron, se retaron, parecían dispuestos a pelearse en cualquier momento.
Mayra cogió la mano de Ulises para tranquilizarlo, sabía que su toque tenía ese efecto en él.
-Por favor cariño.- Dijo ella abrazándole, luego se acercó a su oído y le volvió a decir:
-Vuelve conmigo, estamos aquí.- Cogió su otra mano y la puso sobre su vientre.
Mágicamente hizo que él se tranquilizara, le hizo volver a ella. Elisa se sorprendió, su hermano pequeño siempre había sido muy impulsivo y cuando tenía una rabieta nada podía tranquilizarlo.
-Parece que por lo menos tú eres buena para este cabezota de mi hermano.- Pensó en voz alta la hermana de Ulises.
Y entonces hizo algo que ninguno de los dos esperaba, abrazó a su hermano pequeño y le dijo con voz triste al oído:
-Vuelve con nosotros hermano, no te nos pierdas por el camino. Aunque no lo creas nos dueles a papá y a mí.-
Él al principio se quedó tenso con los brazos colgando a los lados, cuando Elisa se iba a separar la atrapó en sus fuertes brazos.
Entonces hizo una afirmación, convencido de que así sería:
-Ahora tengo algo por lo que quiero luchar, dejaré toda esta locura de vida atrás.-
Mayra sintiéndose orgullosa de su novio se apartó un momento para atender una llamada de teléfono.
Era Nancy, frunció el ceño, esperaba que no hubiese tenido alguna discusión más con su padrastro. Preocupada arrastró el dedo por la pantalla del móvil para contestar.
La voz cantarina de ella la alegró, no figuraba problemas:
-Conseguí que el cabeza dura de mi padrastro llamara a tu padre para preguntarle en que autoescuela te apuntó. ¡Y ahora vamos juntas a sacarnos el carnet! ¡Otra buena noticia! Mi madre se va con mi padrastro una semana de vacaciones. Puedes decir en tu casa que vienes a dormir conmigo y te quedas a dormir con Ulises para seducirlo. Mañana en el centro comercial me das detalles.- Dijo Nancy con gran alegría.
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LOS JUEGOS DEL AMOR.
RomanceElla se ilusionó con León. Su vida estaba llena de sueños e ilusiones que empezaban con él y terminan con él. Una mañana fue a buscarle para darle una sorpresa y oye una conversación que deseó no haber oido nunca. Huye del lugar destrozaday tropieza...