LOS JUEGOS DEL AMOR.

EPILOGO: MARAVILLOSA VIDA NUEVA:

Mayra estaba sentada en la cama de su nueva casa analizando los últimos tres días. Ulises había quedado como claro ganador del juicio, en pocos días él sería aún más rico que su padre. Ya que tenía todo lo heredado por su verdadero padre.

Dio vueltas al objeto que sostenía entre las manos pensando en León, en cómo no había dudado en usar a su hijo como un medio para obtener dinero. Esperaba que ese trabajo y esa cantidad abusiva de dinero lo mantuvieran alejado de Junior y de ella. No soportaba la idea de haber sido alguna vez novia de aquel sujeto sin escrúpulos.

Su marido entró en la habitación sonriendo y ella se apuró en esconder la cosa que agarraba detrás de ella.

Ulises se arrodilló delante de ella y le cogió las manos para hacerle una confesión:

-Cariño, me arrepiento todos los días de haberte abandonado, me duele haber creído que estabais mejor sin mí. Cuando juntos es como somos fuertes, somos una familia. No me alcanzara la vida para pedirte perdón, te he hecho varios regalos, uno de ellos es abrirte un salón de belleza para que trabajes. Sé que no te gusta ser ama de casa. Lea podría trabajar contigo. También te compré una casa nueva, ya no tendremos que vivir en ese diminuto apartamento. Y una última cosa, ¿si te pidiera que te volvieras a casar conmigo que me responderías?-

Mayra lloraba de emoción, no tenía dudas de la respuesta que tenía que darle:

-Me volvería a casar contigo todos los días de mi vida.-

-Gracias mi amor. Juro que a partir de ahora no te arrepentirás de estar conmigo.-

Ulises salió al pasillo y gritó:

-¡Chicas ha dicho que si! ¡Podéis empezar a preparar a la novia!- Exclamó él feliz.

Nancy y Lea entraron en tromba en la habitación para abrazarla y felicitarla, Lea la maquilló y peinó con un trenzado precioso.

Nancy la ayudó a ponerse el nuevo y aparatoso traje de novia.

Las tres juntas bajaron las escaleras para reunirse con Tiger que sería el nuevo padrino ya que Faisán ya no estaba.

Emocionada entró en la iglesia para volver a darle el sí quiero a su único gran amor.

Mientras bailaban el típico vals ella le dio una noticia. Puso disimuladamente una mano en su vientre y le dijo:

-Cariño escucha, pronto serás papá.-

Ulises abrió los ojos como platos y sin importarle nada detuvo el baile y le preguntó:

-¿De verdad?-

-De verdad. Estoy embarazada. Hoy me hice el test.-

Él gritó de felicidad y llamó la atención de todos los invitados cuando chilló a todo pulmón:

-¡Seré padre! ¡Estamos embarazados!-

Los felicitaron y brindaron por el futuro nuevo miembro de la familia.

Por fin Mayra y Ulises podían mirar al futuro sin miedo, sin sombras. Podían mirarlo sin temerlo. Tenían la certeza de que lo único que no cambiaría era el amor que se tenían.

                                                  FIN

En la foto de este último capitulo Mayra y Ulises.