LOS JUEGOS DEL AMOR.

CAPITULO 22º: DESESPERACIÓN:

Tiger apretó varias veces la mano de Nancy durante todo el trayecto pero ella no se sentía triste.

Fueron a una cafetería a charlar para ponerse de acuerdo del lugar donde vivirían a partir de ahora. A Nancy le hacía mucha ilusión vivir en el apartamento de su padre en el mes que les quedaba por vivir en aquella ciudad. Tiger aceptó, haría cualquier cosa por hacerla feliz.

Así que se pusieron en camino a la antigua casa de ella para poder limpiar y ver que les hacía falta.

Después de llenar la nevera fueron al apartamento de Tiger para hacer la mudanza, lo dejaron vacío. Él no sentía pena por cerrar ese ciclo de su vida.

Estaba preparado para hacerlo. Arregló todo para venderlo y se fueron a casa de Mayra y Ulises para comer.

Mayra recogió la cocina ayudada por su amiga, vieron una película los cuatro juntos para luego marcharse. Tiger tenía que hacer una última cosa y quería que su mujer lo acompañara.

Cuando estuvieron solos Ulises se tumbó en el sofá y Mayra fue a tirar la basura.

Un mensaje en su móvil le hizo levantarse. Un mensaje que le puso la carne del alma de gallina.

"Muy bonita esta hoy tu esposa con ese rubio pelo suelto y ese vestido blanco tan bonito. Y juraría que su vientre está más crecido de la última vez que la vi."

Mayra se iba a dar la vuelta para volver a su casa cuando un señor se acercó a ella y empezó a hacerle preguntas. Juraría que era el mismo con el que se tropezó en los grandes almacenes.

-Hola señorita disculpa molestar. Estoy pensando en comprar un apartamento en esta zona y me gustaría saber que tal es.-

-Bueno, para ser una zona en la que hay pub, discotecas y eso es una zona bastante agradable. Pero ahora que la familia va a crecer, probablemente mi marido y nos mudemos muy pronto.- Contestó ella sintiéndose incomoda en la presencia de aquel hombre tan alto, tan musculoso y tan canoso. Sus ojos parecían dos pozos negros, oscuros sin brillo. Sin bondad. Parecía que todo lo analizaba y estuviera maquinando un plan. Definitivamente no le gustaba, estaba deseando refugiarse en los brazos de su hombre. Allí se sentía protegida.

-Eso es estupendo ¿a que zona se mudarán?-

-Aún no lo hemos decidido señor y no creo tampoco que eso sea de su incumbencia. Ahora si me disculpa no le veo sentido a esta conversación. Buenas tardes.- Se despidió Mayra demostrando que estaba incomoda y que quería marcharse.

Justo en el momento que Ulises salía para ver que estaba pasando la rata puso una mano en el vientre de Mayra para felicitarla por el embarazo. Ella deseó darle un manotazo y salir corriendo.

Su marido se situó al lado de ella, puso una mano alrededor de sus hombros y la otra mano libre la puso en su cadera moviendo su chaqueta y mostrando la culata de una pistola.

-¿Algún problema querida?- Preguntó Ulises alejando discretamente a Mayra hacía atrás.

-Ninguno cariño el señor me preguntaba por la zona. Quiere comprar apartamento aquí.-

-Si cierto y su esposa ha sido muy amable y con una educación exquisita ha satisfecho mis dudas. Un placer pareja.- Comentó la rata para luego marcharse y dejarlos solos por fin.

Mayra se soltó de su marido y se apresuró en entrar en su casa, Ulises no había pasado más miedo en toda su vida, tenía que proteger a su mujer como fuera.