CAPITULO 23:DESPEDIDA

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Ulises planeaba un plan perfecto, tenía que salvar como fuera a Mayra y su hijo. Por eso no disfruto de la salida con Nancy y Tiger.

Su amigo le dio un codazo y llamó su atención. Se sonrieron tristes.

-Tío sea lo que sea lo que ronda por esa cabeza no caigas. No vuelvas a ese mundo.- Pidió Tiger.

-Tranquilo no volveré a caer.-

-Entonces intenta disfrutar del momento. Mira tu mujer que hermosa esta con ese vestido rojo y ya no te digo la mía.- Propuso Tiger.

-Si esas dos locas han decidido vestirse igual. Lo único que las diferencia es el pelo. Nancy lo tiene negro con mechas rojas y mi Mayra lo tiene rubio.- Dijo Ulises fijándose por primera vez en lo que iba de noche en las dos chicas.

-Una es un ángel y otra un demonio.- Bromeo Tiger.

Ulises no pudo hacer otra cosa que sonreír, pero no era una sonrisa alegre, era una sonrisa triste.

Miró hacía la pista de baile donde ellas bailaban, pero se centró en su mujer. La verdad es que si parecía un autentico ángel, guardó esa imagen en su memoria para cuando las noches fueran tristes y solitarias.

Apuró el whisky y fue a reunirse con ella, la agarró por la cintura y Mayra sonrió. Con esa sonrisa que podía mover montañas.

Se despidieron a las tres de la mañana porque Mayra estaba ya muy cansada, pero Nancy y Tiger se quedaron un rato más.

Cuando Ulises sintió la respiración acompasada de ella supo que se había dormido, la tapó bien y salió de la habitación con la ropa en la mano. Cerró la puerta.

Se vistió en el salón con sus vaqueros negros, camisa negra y cazadora de cuero negro. Preparado para salir. Cogió las llaves de su moto, el casco y salió fuera.

En la puerta le esperaba su amigo Titán.

-Hermano se te echa de menos.- Saludó Titán.

-Y yo a ti. Pero todos tenemos un destino en la vida. Protege a Mayra si sucede algo. Yo intentaré venir pronto.- Pidió Ulises.

-Protegeré con mi vida a tu mujer, tranquilo. Y si despierta ya veré que me invento ve tranquilo.- Aseguró Titán entrando en la vivienda y acomodándose en el sofá para jugar a la play station tres.

Ulises cogió la moto que estaba aparcada al fondo del callejón y no la arrancó hasta llegar al final de la calle por si el ruido despertaba a Mayra.

Aceleró y condujo a toda velocidad hasta llegar a su destino. Entró por una puerta trasera y subió las conocidas escaleras.

Él ya lo esperaba sentado tras su escritorio como tantas otras veces. Él camino hasta la entrada del pasadizo seguido de Faisán.

Una vez dentro de la oscuro cuarto secreto el viejo mafioso le abrazó apretándolo fuerte.

-Hijo mío ¿Estás seguro de lo que vas a hacer?- Preguntó Faisán.

-Nunca en mi vida estuve tan seguro de algo.- Contestó él.

Faisán accionó un botón en la pared y una luz tenue se encendió. Fue hasta un archivador enorme empotrado en la pared abrió el cuarto cajón y sacó un montón de dosieres.

-Con todos estos dosieres y los mensajes que tienes tú en tu móvil podrás hacer la acusación contra la rata. Pero te aviso algo ese desgraciado es poderoso. Actúa rápido. Tu mejor arma será el factor sorpresa. Tengo vigilados al padre de Mayra y a su nuevo socio.-

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