Capitulo 35:

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Narra Alex:

El cementerio ese era el lugar al que llegamos, pero este se me hiso conosido, era en el cual enterraron el cuerpo de mi madre.

Nos acercamos cuidadosamente y entramos, caminamos entre las tumbas y llegamos a la lapida de madre pero me quede de piedra al ver lo que sucedia....

Narra Paulina:

Mi alma se esfumo del cielo, para aparecer en la tierra, pero no de la manera que yo queria, me encontraba en el ataúd, cinco metros bajo tierra.

Cuando estaba en el cielo, mi alma se canso y tuve que volver a la tierra sino me quedaria mas tiempo en el cielo, pero como ya tengo lo que necesitaba, mejor regrese a la vida real.

El ataúd es molesto es algo pequeño, oscuro y frio, busco entre los lados de mi cuerpo un compartimento oculto, pero no esta haci que intento mover una mano y llevarla hacia mi cabeza cuando lo logro, solo siento como algo frio pero algo lo cubre y no puedo agarrarlo, el ataúd es de metal con el interior de tela suave y esponjosa.

Con la mano que se encuentra en mi costado intento llegar a mis pies, hay se supone tengo que tener una pequeña navaja, y es verdad hay estaba la tomo en mi mano y la paso a mi otra mano, con esta rompo la tela y saco un sobre.
La oscuridad no me deja ver nada, abro como puedo el sobre y saco, lo que yo creo es un telefono, aprieto una tecla y la luz artificial ilumina el pequeño espacio, comienzo a ver si tengo recepcion, y muy poca pero puedo llamar a alguien, tecleo el numero.

Llamada telefonica:

...: hola?.

Yo: Sergio soy yo es hora de que me saques de aqui.

Sergio: mi señora, ya desperto, voy de inmediato pero tardaremos un poco.

Yo: si, solo date prisa que odio estar a aqui.- dije fastidiada.

Sergio: vamos para haya, adios.- dijo y colgo.

Fin de la llamada telefonica.

Como no tengo nada que hacer me puse a dormir y pensar un poco, cuando desperte senti que la magia estaba fuera de control, como si no tubiera un balance, asi que me estoy debicando a eso poner todo en orden, mi cabeza es un lio miles de preguntas y supocisiones se forman en mi mente, el aire aqui es limitado pero no lo necesito para vivir, mi cuerpo no se desconpone es algo que siempre pasa es como si este se convirtiera en un cubo de hielo, y nunca se derritiera.

Despues de un rato se empieza a escuchar ruido, en el exterior, el continuo sonido de las palas sacando tierra es lo que llevo escuchando por unos minutos, hasta que los seguros de la tapa del ataúd son liberados, la tapa se abre dejando que restos de tierra algo humeda caigan en mi.

Una mano se extendio hacia mi insitandome a tomarla, y lo hise me ayudo a salir del ataúd y de un brinco salir del agujero en el suelo.

Sergio: me alegra verla nuevamente, nos tardaremos un poco en irnos tenemos que dejar todo como estaba, haci que solo tiene que ser paciente.- dijo mirandome y soltando mi mano helada, mientras ellos volvian a meter la tierra al hoyo, me puse a ver lo que pasada pues sentia una gran consentracion de magia en un lugar sercano, cerre mis ojos y pude ver todo lo que pasada mis queridos hijos apunto de ser quemados, son pensarlo, los ayude apagando el fuego, con un brisa de viento, despues puse todo en control, y la magia tomo su equilibrio normal, los que manejaban la magia hice que vinieran hasta mi, cuando aparecieron a mis espaldas, solo los mire de reojo.

Yo: sera mejor que se controlen, y se vayan no me agrado lo que querian hacer, saden tienen mejores cosas de las cuales encargarse como para que esten aqui.- dije de lo mas normal y seria, ellos solo bajaron la cabeza y se fueron o mas bien desaparecieron.

Una loba solitaria (parte 3°: la venganza).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora