11.- El entierro.

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Narra Frank:

Nunca pensé que iba a volver a sentir este vacío, aunque la gran compañía de Alex me ayuda muchísimo, lo amo cada día más y más. Toda la noche mi padre nos observaba de la silla del frente. Negaba y comenzaba a llorar, yo sólo lo miraba. En mi infancia nunca tuve cariño paterno, y aunque crean que esto es ser egoísta, no haría ckn él lo que con mi madre, abrazarla mientras llora.

Pero de igual manera me acerqué, arriesgandome a una pelea en pleno velorio lo abracé.

—¿Cómo te sientes?— Me preguntó.

—Como la mierda.

—Me imagino.

—¿Por qué nos tuvo que dejar?, no lo entiendo.

—Porque así es la vida hijo, así es el ciclo que todos vamos a cumplir.—Dijo con una pequeña sonrisa.

Me levante sin ánimos y me fui a mi antigua habitación. Estaba completamente igual. Todos mis zapatillas de fútbol, mi primer balón y mi primer uniforme. Golpearon la puerta y me di media vuelta sentándome en mi cama con, mi lindo plumón/frazada de balones, era Alejandro, me hizo sonreír por un momento.

—Te seguí y yo pues.

—Tranquilo, esta bien. Sientate.

Se sentó mirando al piso.

—Que linda habitación tenias.-Sonrió.

—Sí, mi abuela me enmarco mi uniforme, ¿Lo recuerdas?.

—Como no lo voy a recordar hombre si esos fueron los mejores años de mi vida.—Dijo apoyando su cabeza en mi hombro.

Sólo sonreí.

(...)

Al parecer con Alex nos quedamos profundamente dormidos después de conversar un poco.

—Alex. Despierta dormilón.— Susurré en su oído.

—¿Ah?, si, si estoy despierto.—Dijo adormilado. Reí apenas y le bese la mejilla.

—Vamos amor que se nos hace tarde.

Entré al cuarto de baño y al mirarme en el espejo encontré al antiguo yo. Al que odiaba, pero estaba allí; con ojeras, sin sonrisa. Miré un pequeño mueble a mi lado y allí estaba mi compañera de adolecencia; mi querida navaja, acto seguido la tomé y luego de observarla un poco, pensé "¿Sería tan imbécil para volver a hacerlo?". La respuesta era clara, por su puesto que sí, tengo muchísimo estrés en mi.

Me decidí a ponerla en contacto con mi piel, y lentamente pasarla por mi muñeca, lágrimas corrían por mi rostro, rodando y callendo, callendo al igual que yo.

Abrieron la puerta, y yo sin poder hacer nada me senté en el retrete.

—Frank, por favor, dime que esto es un sueño.

Me di cuenta que no solo me hice un daño a mi, sino que también, a la persona que más amo en mi vida.

—Alex, yo ya no puedo más, esto es mucho para mi.—Dije con voz entre cortada.

—Amor, tu puedes, podías y habrás podido, salir adelante sin necesidad de hacerte daño.—Me limpió con delicadeza una lágrima que volvía a caer.

Suspiré y asentí.

—Vamos.—Me tomó de las manos y me levantó, me quitó la navaja y me besó.—Eres el único que falta, limpia esa linda cara y vamos a decir adiós.—Dicho esto salió y me dejo allí parado como un zombie.

Me lavé el rostro y bajé.

Nos subimos al automóvil y partimos hacia nuestro destino final, el cementerio, donde nadie nos recordará, por haber sido un héroe ni nada. "El olvido es inevitable."

(...)

Después de la misa, se viene lo más difícil para todo el mundo, el entierro. Donde desde allí ya nadie jamás te podría volver a hablar, ni nadie más te recordaría, pensé que después de todo lo que lloré, lo iba a volver a hacer. Lo negé, creí que podría aguantarlo. Pero no pude.

Tiraron el cajón hasta el fondo y lentamente le fueron tirando tierra. Me derrumbe por tercera vez en años. Caí al césped, igual que mis lágrimas, pero siempre estando allí mi lugar de apoyo, Alex.

"Luchar por ti"  (Fanfic staxxby) [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora