Ella ya no es la misma.
Él ya no es el mismo.
Pero ¿Seguirá el amor ?
Nuevos cambios,nuevos personajes, una noticia.
No te pierdas de esta hermosa historia que continua.
Valentina y Cameron ¿Podrán Luchar por lo que sienten? O ¿Dejara que pase?
...
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Cameron.
Esto debe ser una jodida broma, no puede estar embarazada. Ella sigue de rodillas en el suelo abrazándose a sí misma y sin pensarlo la tomo del antebrazo con fuerza obligando a que se levantara y me mirara a la cara.
—¡Mírame!—Grite enfurecido, puedo esperarme cualquier cosa por parte de ella y estoy seguro que me está mintiendo.—Dime que es una mentira lo que acabas de decir.
—¡Me estas lastimando!—Chilló con fuerza, la suelto al darme cuenta de que le estaba haciendo daño.
¡Maldición!
—Dime la verdad Mery, sabes bien que puedo hacer de tu vida un infierno.—Doy un paso hacia a ella y me mira con miedo, la conozco y sé que me está mintiendo lo sé.—¡Habla!
Entonces ella se sienta en el borde de la cama llevando sus manos a su rostro y la escucho llorar. Suelto un suspiro y me llevo ambas manos a mi cabeza.
—N-no yo lo siento.—Dijo.—Te necesito...—Sabía que era mentira, ella creía que con esto iba poder tenerme a su lado.
Tal vez estoy exagerando pero hay algo muy extraño en todo esto, Mery parece asustada como si algo escondiera pero realmente me estaba desesperando y volviendo loco. Me pongo de cuclillas frente a ella y quito sus manos de su rostro, tenía sus ojos rojos y note un una herida debajo de sus ojo derecho.
<<¿No te habías dado cuenta?>>
No, para nada.
—¿Por qué? Con algo así no se juega y lo sabes.—Ella no aprieta sus labios oprimiendo un sollozo, meneo la cabeza y me pongo de pie para salir de la habitación.
Mierda me olvide por completo de Amanda.
Salgo a buscarla al patio en donde estábamos sentados hace un momento atrás pero ella ya no estaba, habían otros chicos sentados en el lugar en donde nosotros estábamos.
Se fue.—Pienso.
<<Se llevó tu jersey...>>
Eso me da igual...
Mire la hora en mi celular y ya son la una de la madrugada, maldición.
No tengo nada mas que hacer aquí así que decido irme y volver a mi apartamento, camino a buscar algún taxi y por suerte encuentro uno.
En el trayecto no dejo de pensar en lo de Mery, si eso hubiera sido cierto, si ella hubiera dicho la verdad de si está esperando un hijo mío eso sería un gran problema. Yo no quiero tener mas hijos, me es mas que suficiente con Christopher que vale por dos.
Christopher ya tiene seis años y el próximo año iba a volver a retomar mis estudios, quiero darle una mejor vida a mi hijo y sobre todo quiero luchar por Valentina, pero, pero hay algo en mi que me dice que debo dejarla ir, que debo dejar que ella sea feliz sin importar si es a mi lado o no.
