Ella ya no es la misma.
Él ya no es el mismo.
Pero ¿Seguirá el amor ?
Nuevos cambios,nuevos personajes, una noticia.
No te pierdas de esta hermosa historia que continua.
Valentina y Cameron ¿Podrán Luchar por lo que sienten? O ¿Dejara que pase?
...
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Valentina.
Abrí las costinas, mi madre me ayudo a regar las platas y Aiden le pidió a uno de sus amigos trasladar un par de cosas que había comprado con el dinero que me dejo mi padre. Oficialmente estoy en mi nuevo hogar, hace muchos años que no entraba a esta casa, hice algunas remodelaciones y sobre todo deje la habitación de mi hijo impecable ya poder traérmelo conmigo lo antes posible.
—¿A dónde dejo esto señorita?—Un joven entra a la casa con dos cajas.
—Aquí en el suelo, gracias.—Deja las ultimas cajas en el suelo y se va.
—Iré con Aiden a llevar estas cosas a tu habitación.—Mi madre junto a mi amigo toman unas de las cajas y suben, abrí una sacando los platos, las tazas, vasos y cubiertos.
Camino a la cocina para guardar las cosas en el mueble, entonces escucho que alguien toca el timbre y voy rápidamente abrir pero cuando lo hago no veo a nadie, solo encuentro un ramo de rosas rojas y una caja.
¿Otra vez?
Tomo las cosas y entro, dejo el ramo de rosas sobre la mesa y abro la caja encontrándome con unos tacones de punta color rojo, dentro de la caja había una nota.
"Para la mujer que más amo en mi vida".
By: Jonathan.
Arrugo la nota y tomo el ramo de fores para botarlo a la basura, cuando mi madre baja ella ve la caja.--¿Y estos tacones tan lindos?
—Los encontré.—Miento.—Puedes venderlo si gustas.
—Bien, están muy lindos.—Toma uno y lo mira, lo vuelve a dejar en la caja.
No puedo creer que Jonathan me esté enviando estos regalitos y ahora que lo pienso tal vez lo anterior no fue Cameron sino que él.
Dios...
Si él cree que haciéndome regalos voy a regresar a su lado está muy equivocado, pero ahora que lo pienso nadie sabe que ya me había mudado aquí.
¿Me estará siguiendo?
<<Tal vez...>>
—¿Estas lista?—Aiden se detiene a mi lado.—Para ir al minimarket y comprar mercadería.
—Si, estoy lista.—Mi madre se quedaría para terminar de ayudarme a ordenar algunas cosas, el resto lo haré yo sola.—¿Puedes llevarme después al departamento de Cameron? Debo decirle que mañana me traeré a Christopher.—El asiente, mañana por fin íbamos a poder estar juntos.
Cameron.
Caigo de rodillas al cemento llevando ambas manos sobre mi cabeza, podía sentir las gotas de sudor deslizarse por mi frente y mejillas, todo comenzaba a volver oscuro y no tenía las fuerzas suficiente como para hablar o ser capaz de levantarme, hasta que lo próximo que siento es mi cuerpo desvenarse al cemento.
