Vídeo amigos. [Cameron dallas]

Capitulo 23.

Me levante de mi cama para ir en dirección al baño, me mire por un momento en el espejo notando unas grandes ojeras junto con un cabello totalmente despeinado.

Hoy, Cam y yo hemos estado bastante extraños, en la mañana me despertó como lo hacía todos los días, pero luego de que viéramos una película de romance elección de Cam, este se puso bastante extraño, al terminar de verla fue a su habitación para luego no salir más, no quise molestarlo por qué sé cómo se pone cuando está pensativo y lo molestan, pero no puedo evitar pensar en su extraña actitud, en un momento me abraza y dice que me quiere con todo su corazón, pero al otro ni siquiera es capaz de mirarme, ni hablar cuando voy a juntarme con Mark, ni siquiera me dirige la palabra, me estoy cansando de esto y todo ¿por qué tengo novio? Quizás se siente remplazado o quizás puede pensar que ya no me preocupo por el.

Habla con el.

Musitó una vocecita en mi cabeza, sin más saco mis manos del lavado donde anteriormente las tenía apoyadas. Llegue rápidamente a su habitación, apoyándome en el marco de la puerta y viendo como rebotaba una pelota contra la pared, el ceño fruncido abundaba en su cara, dando a mostrar que algo estaba pensando.

–¿Cam?– Dije extrañada.

Este dio un pequeño salto con los ojos abiertos como platos, la pelota que iba en los aires rodó por los suelos a quien sabe dónde. Cameron me miro algo cabreado, yo me acerqué a su lugar para sentarme a su lado.

–¿Qué pasa?– Pregunte mirándolo con ternura.

–Nada– Respondió seco.

Yo fruncí mi ceño y tome su mejilla para que me mirara a los ojos, estos estaban brillantes, baje la mirada a sus mejillas y estas tenían un color rojo.

Estaba llorando.

–C-Cameron, dime qué pasa– La preocupación resonaba en mis palabras– Te conozco por favor dime que pasa.

– Te dije que nada– Gruño.

Estaba decidida a descubrir que le pasaba, pero también a subir ese ánimo que estaba por los suelos.

–¿Bebe Cameron no quiere decirme lo que le pasa?– Hice una vocecita extraña junto con un puchero– Dime, dime– Me lancé para hacerle cosquillas.

Este solo se quejaba y ponía malas caras intentado quitar mis manos, pero las cosquillas no cesaron, la decisión estaba echa, y mi misión era subirle el animo.

–¡Ríete! ¡Amargado!– Exclamé.

Este siguió quejándose y de la nada una gran manotazo fue estampado en mi brazo derecho, al instante lo mire con los ojos abiertos ¿Me molesto? Para nada, estaba acostumbrada a pelear de esta manera con el.

–¿El bebe quiere pelea?– Comencé a sobarme las manos.

–¡MARINA! ¡NO QUIERO!– Grito de la nada.

Me pare al instante quedando impactada por verlo tan alterado y sin saber el por qué.

–Quiero estar solo, vete a tu habitación– Apuntó a la puerta.

–Pero Ca...

–¡Nada de peros!– Me interrumpió– Solo déjame solo– Su voz se quebró.

Me alarmé al instante sintiendo como mi corazón se estrujaba al escuchar su todo de voz tan vulnerable.

–Cam, no puedo dejarte así ¿Qué pasa? Cuéntame– Tome su mejilla.

Este quito mi mano de un golpe.