Capitulo 32.

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Camine hacia concina con bastante dificultad por los mareos que estaba sintiendo. Ví a Cameron cocinando algo. Me senté en unas de las cillas situadas alrededor de la mesa.

–Estoy cocinando el almuerzo que tanto te gusta– Me miro y sonrío.

– Que bueno– Intente decir.

Sonrió divertido y siguió cocinando, juro que el olor a comida me provocaba un asco inmenso, pero no podía decírselo a mi amigo, estando él tan entusiasmado por hacerme ese almuerzo.

–Los chicos vendrán en un rato– Volvió a hablar.

–Que bien– Logre decir.

Sentí como mi estómago se retorcía junto con migo. Mi cabeza comenzó a doler y no sabia que hacer. Me pare rápidamente para poder ir al baño y vomitar, pero me fue imposible. Tomé fuertemente el pomo de la puerta para sostenerme.

–Cameron me siento mal– Una gran punzada en mi cabeza me hizo soltar un quejido.

Cameron ni siquiera se volteó a verme, solo dijo;

–Siéntate bien– En tono burlón.

Mi vista se nubló completamente, no resistiría mucho sosteniéndome sobre ese estupido pomo. Ya no veía casi nada...



Cameron

–Cameron me siento mal– Escuche que Marina soltó un quejido.

–Siéntate bien– Me burle.

Como amo molestarla, además sé cómo es de exagerada, solo le debe doler un dedo o algo.

Di un gran salto en mi lugar al escuchar como algo caía estrepitosamente al suelo, el sonido fue bastante sonoro. Me volteé y mis ojos se abrieron como platos, Marina estaba tirada en el piso, completamente pálida.

–¡Marina!– Exclamé y fui inmediatamente a su lugar.

Me agaché y tome su cabeza entre mis manos, sus labios no tenían color, mucho menos su cara en general. El miedo me inundo y las manos me temblaban sin saber qué hacer.

–M-Marina habré los ojos– Articule con miedo.

Las manos me temblaban y mis ojos estaban por salirse de sus órbitas. No hacía nada más que mover su cabeza.

–Marina, por el amor de Dios, despierta– Repetía una y otra vez.

El amor de mi vida estaba tirada en el piso, si la hubiese ayudado le habría ahorrado la dolorosa caída. Pero se va a mejorar... Yo lo sé.

–C-Cameron– Artículo con dificultad.

Un gran peso salió de mis hombros al escuchar su melodiosa voz colarse por mis oídos. Por más débil que estuviera, de todas formas me puse feliz por verla viva.

–Hermosa, tranquila que todo estará  bien– Acaricie su cabello.

La vi intentar decir unas palabras. Me sorprendí al verla levantar la cabeza con dificultad y mirar a todos lados. Tomo bruscamente un pequeño bote de basura a su lado. Comenzó a vomitar y sus quejidos inundaron mis oídos, rápidamente tome su cabello para que no se lo manchara o salpicara. Ella estaba arrodillada con el basurero entre sus manos, yo a su lado sosteniendo su cabello, romántico ¿No?

–¿Pero qué pasa?– Nash apareció bruscamente por la puerta. Detrás de él estaba Matt totalmente sorprendido.

Mala idea darle una copia de las llaves de mi departamento a Nash.

–Oh, nada de qué preocuparse mi querido amigo– Nótese mi sarcasmo.

A estas alturas, Marina debe estar totalmente vacía por dentro. Se levanto y pasó una mano por sus labios.

Vídeo amigos. [Cameron dallas]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora