Capitulo 20.

1.3K 98 3
                                    

Cameron.

–¡Estoy más que cansada por esa sesión!– La escuche bufar entrando a la cocina.

–Ahora me entiendes– Afirme.

–Si, bastante... Tengo sueño ¿Vamos a dormir?– Volteo a sacar un poco de cereal.

–Bueno princesa– Camine hacia ella.

Me entraron unas ganas inmensas de abrazarla y eso fue precisamente lo que hice, enrolle mis brazos en su cintura, ella estaba de espaldas a mí y la note tensarse, apoyó su cabeza en mi pecho, ya que ella es mucho más baja que yo. Cuando estábamos en la sesión y me ocurrían besarle el cuello, no podía parar, era algo adictivo, como una droga muy poderosa, su piel es mi droga... ¡¿QUE CARAJOS ME PASA!? Estoy hablando de mi mejor amiga, la que escucho todos los días lanzar eructos, la que se despierta y se ve horrible, la que me hace oler su axila cuando huele mal, la que ahora... En estos momentos me tiene loco, si bastante loco, y lo estoy admitiendo esto es raro, es raro sentir tanta atracción hacia ella, solo me pasó por unos meses cuando tenía 15 pero después se pasó, quizás esta vez es lo mismo, solo que esta vez no tengo las hormonas como locas y mucho menos la tenía viviendo con migo. Nash tenía razón, cuando ella confesó ser novia de Zac, me llego como estaca al corazón, una sensación de asfixia me inundo por varios segundos.

La sentí moverse entre mis brazos y me separe un poco. Me tomo un momento darme cuenta que estábamos sumergidos en un gran...

Abrazo.

Si, abrazo... Como los de siempre, ¿De qué sirve que me guste? Ella ya dijo que jamás estaría con migo, lo explico con peras y manzanas, pero aún así sigo aquí estando loco por ella ¿Cuándo pasó esto? De la nada, no lo sé, ni siquiera pude darme cuenta de en que momento la empece a ver con otros ojos, si no hubiese sido por Nash, seguiría pensando que esto es solo un cariño de amigos, y que yo estoy así por no haberla tenido por dos largos años, quizás eso provocó en mí que yo la viera con otros ojos.

–Cameron– Acaricio mi cabello– Bebe ¿Estás bien?– Se notaba urgida.

¿Me dijo bebe? ¿A mí? Estoy apunto de por un infarto al corazón.

–Estoy bien, tranquila– Suspire.

Mis ojos se abrieron como platos al sentir como ella comenzó a sacar mi sudadera, de la nada. ¿Acaso?...

–Tranquilo, estás sudando y además estás rojo por el calor, es por esa razón que te estoy quitando esto– La tomo entre sus brazos.

La vi caminas directo a su cuarto, le seguí el paso, y la vi sacar una piyama.

Llegue y me tire en la cama con una lata de cerveza, recién sacada del refrigerador.

–Alcoholico– Escupió.

–¿Eso tiene algo de malo?– Cruce mis piernas.

Deje la cerveza a un lado y me saque la camiseta, Marina tenía razón, al calor me estaba matando, estoy cociéndome en estos momentos, y no... No es por estar con Marina, ella ya estaba dentro del baño, seguramente cambiándole de ropa. Fui a mi habitación y saque unos pantalones de tela holgada y liviana para dormir, me despojé de mis jeans para poner mi supuesto "Piyama"  volví a la habitación de Marina, tirándome en el mismo lugar y con la misma pose de "Matador".

Vídeo amigos. [Cameron dallas]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora