Las cosas no mejoraban ni empeoraban, Seungcheol volvió a casa a buscar las cosas que le faltaban e intento establecer una conversación, pero no pude, era incapaz de mirarlo a los ojos y no rogarle que volviera a mi lado, que deje Jihoon y vuelva, pero era imposible, podía ver en sus ojos que lo amaba, porque sus ojos reflejaban la misma mirada con la que me miraba a mí hace mucho tiempo.
Me encerré en mi cuarto y evite bajar hasta él se fuera, su presencia simplemente me afectaba.
Esa noche hable con Boo y le conté de la visita de mi ex pareja mientras él lo nombraba de mil formas distintas pero de maneras nada agradables, luego escuche como susurraba a otra persona, que seguramente era Jisoo y luego me aviso que vendría con la cena y que ni siquiera no se me ocurriera no abrir, él tenía un juego de llaves.
Durante la tarde lo único que hice fue admirar aquella flor que reposaba en un florero al costado de mi cama y preguntarme quien era el que estaba tras ella...
Cuando la noche callo la puerta se abrió de golpe dejando ver a un Seungkwan con bolsas de comida y chocolate, a lo que sonreí, por eso era mi mejor amigo, el me conocía a la perfección.
Pero mi mirada rápidamente se desplazó al objeto que traía en la otra mano.
Un tulipán, con una nota y mi nombre en ella.
-¿Qué traes ahí?- Cuestione acercándome mientras miraba aquella flor en sus manos.
-Uh, casi la piso cuando entro, estaba en tu puerta... ¡Ah! Y lo siento por llegar tarde es Jibla bla bla bla bla...- No podía escuchar nada de lo que decía, mi mirada y todo pensamiento racional estaban concentrados en aquella flor y nota que acaba de abrir
"El mayor logro del ser humano es poder sonreír mientras el corazón está llorando."
"Vamos Ángel, vuelve a sonreír, es duro perder al primer amor, pero no es el único porque después de esto llegara el verdadero, aunque quisiera ser yo, tu no me conoces, aunque espero que llegues a hacerlo."
Aparte mi vista de aquella nota y mire a mi mejor amigo.
-¿Viste a alguien afuera dejando esto?- Levante mi mano con la nota en ella, el negó y sin darme más importancia se dirigió a la cocina a repartir la comida.
Apenas pude tocar un bocado.
¿Quién me enviaba estas notas? ¿Por qué? Y por sobre todo ¿Por qué esperaba ansioso que no fuera la última?