IX

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Había empezado a trabajar de asistente de un contador amigo, así que eran muy pocas veces las que pude pasar por la cafetería.

Gracias al cielo dios había escuchado mis plegarias y Mingyu no había aparecido en aquellas ocasiones, pero aun así Jisoo se comportó distante y educado a la vez. Eso hacía que mi corazón doliera, me interesaba Jisoo, quería conocerlo, pero él era reacio a mi presencia.

-¿Qué sucede Hannie?- La voz de Boo me hizo voltear la vista de Jisoo atendiendo a una pareja de ancianos y me gire a mirar a mi mejor amigo suspirando.

-Me gusta alguien.-Susurre.

-¡OH POR DIOS! Te gusta alguien.- Casi grito SeungKwan llamando la atención de la mayoría de las personas de la cafetería.

-Quieres publicarlo en el periódico también- Masculle entre dientes, el hizo un además que no le importaba y se irguió hasta que nuestras narices se rozaban.

-Dime que es Mingyu.- Me aparte de él tan rápidamente que choque su frente con la mía.

-Ni en los más remotas pesadillas va a gustarme ese mastodonte, quien me gusta es...- Mire a un costado y vi a toda la audiencia mirándonos, abrí mis ojos como platos, cerré los ojos y sentí mi cara arder.- Debo irme.

Atropelladamente me encamine del local con la mirada baja y no me percate del cuerpo delante de mí, Jisoo venía con una bandeja, que gracias al cielo estaba vacía.

-JeongHan tienes la frente colorada.- El apoyo la bandeja a un lado y corrió el mechon de pelo de mi frente. Su tacto envió corrientes eléctricas por mi cuerpo que me obligaron a cerrar los ojos. Quería que me tocara algo más que sus manos en mi frente, quería sus manos sobre cuerpo y su boca sobre la mía.- Han, ¿Estás bien? De repente estas rojo.- Su voz me saco de mis pensamientos.

-Si.- Mi voz tembló y a tropezones me aleje de él regalándole una pequeña sonrisa, sin decir más, salí de allí.

No volví a casa, salí y me encamine a un parque donde pase el resto de mi tarde hasta que anocheció.

Mientras volvia a de nuevo a mi hogar, mi corazón se encontraba pesado, como si un dolor se hubiese instalado allí sin motivo alguno.

Pero todo cambia cuando mis ojos se posaron en el umbral de mi puerta y un ramo de tulipanes se encontraba allí.

Trote el resto del camino y tome las flores acercándola a mis fosas nasales. Luego tome el papel que se asomaba por un costado.

"Yo te quiero a ti como se quiere lo prohibido, como se desea lo ajeno, como nadie quiere hoy en día. Pero por cosas del destino hay amores que por desgracia, solo pueden vivir en nuestro corazón y no en nuestra vida."

Ángel, lamento ausentarme este tiempo, es que realmente debía analizar algo, puede que tu corazón haya sido tomado por otra persona, y esa no sea yo, pero mi amor incondicional siempre estará ahí, aunque incluso yo no lo quisiera, pero soy adicto a ti, me gusta saber que aunque sea a través de estas pequeñas notas, yo estoy presente.

In the night // JihanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora