Nuestro día

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* Narra Valentina*

Después de todo, si sigo en pie fue por ella..
Mi linda Angellina comienza a decir sus primeras palabras, y Dereck, su padre no está aquí para verla.
¿Dónde está él? Viviendo en la Universidad de Cambridge, a miles de kilómetros de San Francisco, donde el compro una casa, nuestro hogar.
Tuvimos a Angie hace casi un año, y dado el caso que el tiene 19 y yo 17, este año nos divide la colegiatura, ya que estoy en secundaria y el... Bueno... Estudiando para ser el futuro heredero de la fortuna de su padre en su empresa textil.

El llanto de Angie hace que salga de mis pensamientos, debo atenderla.

- ¿Pero qué pasa mi florcita? - intento ser paciente - ¿Tienes hambre? Pues ya estas grande para el pecho - tomo el biberón que preparé para que ella tomase.

- ¡No! - me grita Angellina.

- ¿No? ¿No qué? - me hago la desentendida.

- No.. ¡NOOOHH!

- De acuerdo, entonces me lo tomaré yo - Le respondo ante su eventual berrinche.

- Noo! - niña bipolar - Ma, mioo!! -

- Bien, tuyo.. - Le entrego el biberón, el cuál bebe desesperadamente.

La amo... La amo tanto como a su padre, es mi niña... Mi princesa...

*Angie lanza el biberón y saca de sus pensamientos a Valentina, de nuevo*

- Niña loca - Le digo pícara.

- Mami Loca - me responde descaradamente y luego ríe fuertemente.

Si.. Definitivamente la amo..

*suena el celular de Valentina*

-¿Diga?

- Hola Valen! Soy Christina, llamaba para avisarte que no debes faltar a mi fiesta esta noche, ¿Lo recuerdas? viste elegante regurosa tu pequeña y tú, Bye!

Cortó la llamada antes de que dijera una palabra.
No hay de otra, creo que iremos de compras
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Cerca de las 16:30 ya nos habíamos bañado, me coloqué una blusa suelta de color verde agua y unos shorts de Jean blancos.

A ella, le coloqué un vestido de florecitas rosas y un listón rosa, estaba hermosa!

- ¿Vamos de compras amor? - le pregunto, ella hace una mueca confusa. Quiera o no... Vamos a ir igual.

Salimos de casa, la coloqué en su sillita de bebés en el coche y fuimos rumbo al centro comercial.

A las 19:30, estaba que no podía más de cargada, el cochecito de Angie tenia bolsas por en todos lados. Me compré un vestido azul de gala, y a ella, bueno, muchos conjuntos de zapatos, vestidos y diademas, ya me decidiré por alguno.

Angellina ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora