Mi Perdición #1

Capítulo 01. |Conociendo a Leah.

Manchester, Inglaterra.

Leah.

Veintidós años y sigo siendo la niña a la que papá le dice lo que tiene que hacer, y por muy tonto que parezca, yo le obedezco. Sinceramente ya estoy acostumbrada a complacer a mi padre en todo lo que él decida, y aunque hay situaciones en que pienso en lo que realmente quiero hacer con mi vida, que es algo muy diferente a lo que soy, borro ese deseo inmediatamente, no es justo torturarme con eso.

A mi corta edad ya he hecho tantas cosas como las creas posibles. Estudié cocina profesional y estoy graduada de enfermera. Ninguna de esas profesiones son mi elección, son de mi padre. Por eso me encuentro en el Aeropuerto de Londres rumbo hacia Estados Unidos, ya es hora de regresar a casa.

Mi estadía en Londres se convirtió en cinco años totalmente alejada de mi familia. Mi padre es chef y siempre ha soñado con un hijo que sea igual que él, que tenga sus gustos y sus aficiones, pero nací yo, una mujer con otros sueños muy distintos a los que ya le tenían preestablecidos. Detrás de todo eso hay una historia delicada en mi familia. Un año antes de mi nacimiento mi madre dio a luz a un niño que murió al nacer. El pequeño Scott Jenner no tuvo la bendición de nacer con vida, y eso para mamá y para papá fue un golpe muy duro, y es por eso que se ha refugiado en mí para llevar a cabo sus sueños frustrados que no pudo cumplir con el pequeño Scott.

Suena el intercomunicador anunciando el número de vuelo, así que tomo mis maletas y camino por el pasillo hasta llegar al avión.

Estoy feliz de regresar a casa.

Me siento en mi lugar, donde una anciana ocupa el lugar a mi lado, parece estar durmiendo un sueño tan profundo que parece estar muerta. Tomo mi celular para poner algo de música y me encuentro con la galería de fotos y sonrío feliz. Estoy ansiosa de ver a mi madre y a mis hermanos y por supuesto a mi padre. También tengo deseos de ver a Darren, mi mejor amigo que no ha dejado de escribirme en todos estos años.

Una foto de Harry aparece en mi multimedia y la borro inmediatamente. Harry es mi ex novio sexopáta e idiota que pueda existir en el mundo. A mis dieciocho años lo había conocido y había caído loca por sus encantos. Antes de irme al extranjero podría decirse que lo quería, no estaba enamorada pero si me gustaba pasar tiempo con él, pero el muy canalla intentó algo que me hizo desilusionarme y terminar con él. La noche antes de viajar a Londres, Harry había preparado una cena especial para los dos y en el calor de la noche, intentó propasarse conmigo. Cuando le dije que no, no se detuvo y me hizo desesperarme como loca, así que aquí está el punto, intentó obligarme a tener sexo con él y le di una patada en las bolas. Terminé con él. Sencillamente Harry no era la persona correcta.

Después de once horas de vuelo por los altavoces anuncian que despegaremos en minutos y nos mandan a colocarnos los cinturones. Pierdo mi vista por la pequeña ventana y sonrío satisfecha. Beverly Hills, que bonito es estar devuelta. Cuando aterrizamos guardo mis audífonos y espero mi turno para salir. La anciana aún sigue dormida, y yo creo que realmente no es durmiendo que está.

Por instinto intento tomarle el pulso y está sumamente lento.

—Señorita—llamo a la azafata—, creo que debe llamar a los paramédicos.

La mujer mira detrás de mí y abre sus ojos a tope.

—¡Los paramédicos, por favor!—anuncia ella por un aparato y yo me paralizo.