Mi Perdición #1

Capítulo 05.|Chaparrita.

Leah.

Mañana es lunes y es el día en el que empiezo mis dos trabajos. ¿Quién está emocionado? Porque evidentemente yo no. Jeff y yo nos encontrábamos en el jardín sentados en el pasto conversando. Mi madre se ha ido a la pastelería y mi padre al restaurante, Steven está en su práctica de futbol y Lexie, pues esa si no sé por donde anda.

—¿Por qué tienes esa cara de tristeza, Cenicienta?—Me pregunta Jeff mirándome fijamente.

Me encogí de hombros.

—Ya sabes, mañana empiezo dos trabajos de dos profesiones a las que no elegí, me siento abrumada, no sé si lo vaya a hacer bien.

Jeff acarició mi rostro y me sonrió.

—Has podido con tanto Cenicienta, claro que podrás con esto, eres una chica muy inteligente.

Suspiré y le sonreí.

—Pero no hablemos de mí, mejor cuéntame algo sobre ti, han pasado muchos años Jeff, debes mantenerme al tanto de tu vida.

Jeff ríe y se acomoda mejor de forma que quedamos cara a cara.

—¿Qué quieres que te cuente? Tu pregunta y yo respondo. —Dice divertido.

Sonrío y asiento pensando en qué cosas debería preguntarle.

—¿Sigues con tus estudios universitarios?

—Sí, ya voy por mi último semestre, ya pronto seré un arquitecto.

Sonreí llena de felicidad.

—¡Es magnífico Jeff! Tienes que invitarme a tu graduación.

—Claro que sí preciosa.

Pensé bien mi siguiente pregunta y lo miré pícaramente.

—¿No tienes a una chica que te vuelva loco por ahí?

Jeff río sabiendo por donde iba la cosa.

—No, no la hay Cenicienta.

—No seas mentiroso, claro que tiene que haberla, estás demasiado bueno para que estés solo Jeff.

Él ríe y mira sus manos con las que juega en su regazo.

—Bueno, existe una chica, que me gusta, pero ella solo me ve como un amigo.

—Preséntame a esa chica, debe estar loca, con un bombón como tú hasta yo me atrevo a pecar.

Reímos.

—Eso dices Leah, pero no es cierto.

Lo miré atentamente, Jeff guarda algo que no quiere contar, esa chica de la que habla debe ser muy especial para él.

—¡Lee! ¡Al fin te encuentro!—Exclama Lexie entrando al jardín y lanzándose a nuestro lado. —Hola Jeff. —Dice con una sonrisa saludándolo.

—Hola Lex. —Le devuelve el saludo y la sonrisa.

—¿Para qué me andabas buscando?—Le pregunto mirándola extraña, está actuando raro.