CAPÍTULO IX - ¿Y nuestra amistad?

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Al día siguiente en la escuela cuando llegue a mi salón, quería contarles a Lucy y a Sol lo del osito de peluche pero después me puse a pensar y decidí que solo se lo contaría a Sol porque aunque confiaba mucho en Lucy tal vez ella le podría decir algo a Mauricio.

-Hola, Betina- escuche que alguien a mis espaldas decía, era una voz inconfundible, era Reynaldo.

-Hola, Reynaldo- dije a la vez que me daba la vuelta para estar de frente con él.

-Betina, es que pasa algo, que me parece que debes saber-

-¿De qué se trata Reynaldo?-

Él se quedo pensativo,¿ que seria eso que yo debía saber, seria algo grave?

-Es que escuche a Juan diciendo cosas malas de ti-.

-¿Qué cosas?

-Que eres una egoísta y no te importan los sentimientos de los demás solo los tuyos.

-Reynaldo, ¿enserio Juan dijo eso?- dije con lagrimas en los ojos.

-Si acabo de escuchar que se lo dice a Mercedes

- Juan es un tonto y pensar que lo considere mi amigo- dije enojada y comencé a llorar.

-Lo se Betina, es un poco hombre, pero por favor no llores-

-Reynaldo, gracias por decirme esto.

Él me sonrió y después me limpio las lagrimas, en eso llego Mauricio y se le aventó a Reynaldo.

-Ey tu¿ que le hiciste a mi hermana? ¿porque esta llorando?-

-Yo no le hice nada.

-Claro que si, por algo esta llorando, ¿Betina que te hizo?-

-No me hizo nada Mauricio-

-¿Entonces que tienes?-

-Que tu amiguito Juan esta inventando cosas de Betina-

-Eso es mentira Reynaldo-

-Claro que no es mentira, yo lo escuche-

-Betina, no le hagas caso a Reynaldo, seguramente esta inventando todo-

-No estoy inventando nada-

-Entonces si es verdad quiero que me digas esto enfrente de Juan-

-Lo hare, vamos a buscar a Juan-

Y si Mauricio tenia razón y Reynaldo solo estaba inventando eso para hacerme sentir mal, no tenia porque creerle ni siquiera era mi amigo, pero había algo en mi interior que me hacia confiar en él aunque no quisiera y algo me decía que él decía la verdad. Por suerte Juan venia subiendo las escaleras, así no tendríamos que irlo a buscar.

-Juan, ven- dijo Mauricio.

-¿Qué paso Mauricio?-

-Díselo Reynaldo-

-Juan te escuche hace rato cuando le estabas diciendo cosas malas de Betina a Mercedes, y no trates de negarlo.

Juan se puso muy nervioso y no respondía por lo que supuse que era verdad lo que decía Reynaldo.

-¿Qué pasa Juan, entonces es verdad lo que dice Reynaldo?- pregunto Mauricio intrigado.

-Mauricio, no lo voy a negar, si dije cosas de Betina, pero ninguna de esas cosas era mentira.

-Juan nunca creí que fueras a ser capaz de esto- dijo Mauricio y después agrego- no me importa que seas mi mejor amigo pero si le haces algo a mi hermana me las vas a pagar- y luego se fue.

El profesor Armando iba entrando al salón por lo tuvieron que irse a su salón.

Me fui a mi salón y la profesora ya había llegado, me apresure en sentarme. Al final de este largo día salí junto con Lucy y Sol del salón.

-Oigan ¿quieren ir a mi casa?- les pregunte.

-Betina, quisiera pero hoy no puedo- respondió Lucy- después se despidió y se fue.

-¿y tu Sol?

-Deja le llamo a mi mamá para pedirle permiso-

Caminamos y en el camino Sol le llamo a su mamá, por suerte la dejo ir a mi casa así podría aprovechar para contarle a Sol de mi admirador Secreto.

Después de la comida Sol y yo salimos al patio a platicar.

-Sol, tengo que decirte algo-

-¿Qué paso Betina?

-Sol, es que ayer me llego un osito de peluche y una tarjeta y la firmaba mi admirador secreto, pero necesito averiguar quien es.

-Awww que lindo, entonces tenemos que averiguar.

-Sol, no le digas nada de esto a Lucy tengo miedo que le diga algo de esto a Mauricio.

-Ok, no te preocupes Betina.

Toda la tarde hasta que recogieron a Sol como a las 9 de la noche estuvimos pensando en quien seria mi admirador secreto, pero no llegamos a nada, Sol propuso que tal vez fuera Juan que estaba tratando de arreglar las cosas, me parecía que tal vez podría tener razón, lo más  seguro es que fuera Juan, pero aun así tenia que averiguar si era él o alguien más.

Cuando se fue me metí a bañar y después me acosté a dormir.

Mi Corazón Te PerteneceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora