CAPÍTULO XIII - Fuertes Confesiones

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Me pregunto si Reynaldo ira a la escuela el lunes porque aun no llega de Guadalajara, ojala que si porque lo extrañaba, hace mucho que no lo veía y aunque en la escuela no hablaba mucho con él, con el simple hecho de verlo estaba feliz.

Me la había pasado bien estas dos semanas de vacaciones aunque no hice nada fuera de lo común, estábamos gran parte del día en casa o en ocasiones íbamos a la empresa con mi padre, o salíamos a diferentes lugares con la familia o amigos.

Mauricio seguía triste por lo de Lucy pero ya no tanto, yo la extrañaba mucho, Reynaldo me había dicho que me podía comunicar con ella por facebook  o por teléfono, pero no tenia su teléfono, y en facebook, casi no se conectaba, ya le había dejado varios mensajes pero no me respondía. Me meteré a facebook para ver si Lucy ya respondió o si Reynaldo esta conectado.

Cuando entre a facebook lo primero que hice fue voltear a ver los conectados y al ver que no estaban ni Lucy ni Reynaldo me puse triste, en eso se abrió un chat que decía Hola, eso no era extraño ya que siempre que me conectaba alguien me hablaba, solo que la persona que me había hablado, nunca antes lo había hecho, era demasiado extraño, se trataba de Lorena, estuve hablando un buen rato con ella, hasta que se tuvo que ir a cenar, en la conversación que tuvimos me pude enterar de que habían llegado esta tarde de Guadalajara, preferí no preguntarle por Reynaldo.

Me aburrí de estar en la computadora así que me fui a dormir, estuve pensando un poco en lo que pasaba con Reynaldo pero cada vez estaba más confundida y además no quería hacerme ilusiones porque aunque él hubiera cambiado su comportamiento conmigo no quería decir nada, solo que estaba madurando y además él me había contado de una niña a la que quería que seguramente debía ser de su salón, o por lo menos de su edad, o tal vez mayor,  no podía ser tan tonta como para creer que él se fijaría en una niña menor que él, lo mejor seria sacármelo de la cabeza de una vez, no podía seguir así, además él y Mauricio se llevaban muy mal y para mi, mi familia estaba antes que nada.

Por la mañana del domingo en el desayuno mi padre nos aviso que la familia de Reynaldo ya había llegado de Guadalajara, eso ya lo sabia por lo que me había dicho Lorena. Todo el día estuvimos viendo películas en la sala y ya por la noche subí a mi cuarto a arreglar las cosas para el inicio de clases. Cuando me acosté me puse a recordar la segunda tarjeta de mi admirador secreto, aun no sabia quien era pero me gustaba lo que me escribía, en la tarjeta decía:

Elegí esta tarjeta porque tiene un conejito con unos ojos muy bonitos, claro no tan bonitos como los tuyos, se que tendrás muchas preguntas por eso te propongo que nos comuniquemos  a través de cartas, después te diré donde podremos dejarnos las cartas, espero que aceptes.

Atte. Tu admirador secreto

A la mañana siguiente cuando llegamos al colegio, Mauricio iba algo deprimido porque ya no serian las cosas como antes, ya no estaría Lucy aquí con él, yo también me sentía triste, la iba a extrañar demasiado.

-Mau, hermanito, no me gusta verte triste- dije a la vez que lo abrazaba.

-Betina, es que me siento mal, y no es solo por lo de Lucy.

-¿A que te refieres Mauricio?-

-Es que siento que últimamente nos hemos distanciado mucho, y eso no me gusta, siempre hemos tenido una buena relación y no me gusta pelear contigo y siempre que peleamos...

-Mauricio a mi tampoco me gusta pelear contigo, te quiero mucho, eres el mejor hermano del mundo, y tienes razón sin darnos cuenta nos hemos distanciado, pero hay que hacer que eso cambie.

-Pero es que Betina todo eso ha pasado desde que Reynaldo es tu amigo.

-Bueno en parte si, Mauricio pero también es por lo que paso con Juan.

Mi Corazón Te PerteneceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora