CAPÍTULO XVI - ¿Amigos?

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Tenia que subir un poco los ánimos seguro que este iba a ser un viaje muy divertido, no podía estar triste por el tonto de Reynaldo.

-Víctor, cámbiame de lugar unos minutos, le tengo que decir algo a Betina- dijo Juan.

-Ok, me dices cuando ya pueda regresar a mi lugar.

-Si, yo te digo.

-¿Qué pasa Juan?-

-Ay Betina, siento que te vas a enojar conmigo.

-¿Porque?-

-Es que lo que te dije ayer sobre Reynaldo era mentira.

-¿Qué?-

-Si, es mentira yo jamás escuche que él dijera nada.

-¿Y porque inventaste eso?-

-Es que sabes lo que siento por ti y me sentí celoso de él.

-Ay Juan.

- No me gustaría perder tu amistad por esa mentira.

-No te preocupes, podemos seguir siendo amigos, pero no me vuelvas a mentir.

-¿Estas enojada?-

-No no estoy enojada, pero me duele que hayas hecho eso.

-Lo hice sin pensar Betina, enserio perdón.

-Bueno Juan, mejor ay que olvidar que eso paso, valoro que hayas tenido el valor de decirme la verdad.

-Pues era lo menos que podía hacer.

-Gracias

-Bueno me tengo que regresar a mi lugar, al rato nos vemos.

-Ok Juan, gracias enserio.

Víctor paso por un lado de Juan y se coloco en su asiento.

Estaba tan feliz porque lo de Reynaldo solo había sido una mentira, pero a la vez me sentía muy mal por como lo había tratado, ahora seguramente seria él el que no querría hablar conmigo, y lo comprendo, me comporte como una tonta, ni siquiera lo deje decir media palabra. Tenia que encontrar la forma de que me perdonara, estoy segura de que lo lastime, parece que si esta enojado porque lo volteo a ver y desvía la mirada...

Bajamos en orden como había dicho el profesor y fuimos a la recepción del hotel, nos dieron indicaciones de que nos quedaríamos dos personas en una habitación, yo compartiría habitación con Sol, cuando nos dieron las llaves fuimos a buscar nuestra habitación para acomodar las cosas y cambiarnos.





Estaba muy triste porque Betina ya no quería ser mi amiga y lo peor es que ni siquiera me dio una razón.

-Tranquilo Rey, no te pongas así, mejor vamos a la alberca.

-No tengo ganas de ir, ve tu aquí te espero.

-No mejor me quedo contigo.

-Gracias Pablo.

-Hola- dijo Sol.

-Hola- contesto Pablo.

Sol se sentó al lado de Pablo y comenzaron a hablar, no puse atención en nada de lo que decían, me sentía fatal.

A lo lejos pude ver que Betina venia, se acerco a la mesa.

-Sol, ¿puedes venir un momento?

-Si Betina.

Las dos se alejaron y comenzaron a hablar, de vez en cuando  Betina me volteaba a ver y luego le decía algo a Sol.

-Pablo ¿Tu  sabes por que Betina ya no quiere ser mi amiga?-

Mi Corazón Te PerteneceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora