CAPÍTULO XV - Creí que éramos amigos...

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En el Colegio cuando llegamos Juan le pidió a Mauricio que si podían hablar a solas, de inmediato él fue y cuando volvió estaba enojado.

-¿Qué pasa Mau?- pregunte.

-Dile Mauricio es lo mejor- dijo Juan.

-Betina lo que pasa es que ayer a la salida cuando ya habían salido todos de la biblioteca Pablo y Reynaldo se quedaron, Juan había olvidado algo y tuvo que regresarse, y escucho que estaban hablando sobre ti.

-¿Sobre mi, que decían?-

-Reynaldo le decía a Pablo que había matado dos pájaros de un tiro, con eso se refería a que fingiendo ser tu amigo había ganado una apuesta que hizo con Pablo y además había logrado que yo me enojara.

-¿Juan es enserio esto?- pregunte.

-Si, Betina, los escuche y me di prisa para alcanzarlos pero ya se habían ido.

-Gracias Juan.

Estaba muy triste, quería llorar, pero si lo hacia Juan y Mauricio se darían cuenta de que Reynaldo me importaba más de lo que quería aceptar.

-Hola- saludo Sol que acababa de llegar- ¿Que tienes Betina?-

-Sol vamos al salón en el camino te cuento.

Cuando le conté lo que me había dicho Juan.

-Betina, no creo que Pablo sea capaz de hacer una apuesta así, él ha cambiado mucho.

-Pues a lo mejor lo hicieron hace mucho y no le queda de otra que seguirle él juego a Reynaldo.

-Tal vez ¿Y crees que Reynaldo sea capaz de eso?-

-No se Sol, lo único que se es que él solo fingía y muy bien.

-Betina deberías hablar con él, se ve que te quiere y no creo que este fingiendo, tal vez todo lo invento Juan porque esta celoso.

-No, para que me siga mintiendo.

-Betina mejor piénsalo bien cuando estés mas tranquila.

-Me siento decepcionada.

Sol solo me observo, se acerco a mi y me abrazo.

Estuvimos haciendo ecuaciones, pero tenia demasiadas cosas en la cabeza como para preocuparme por unas ecuaciones, como nadie logro concluir las treinta ecuaciones que puso la profesora antes de que sonara el timbre de receso, ella nos dio oportunidad de traerlas de tarea. Me sentía como una completa tonta por haber caído en el maldito juego de Reynaldo, ¿como le creí?, si siempre se ha portado mal conmigo, era demasiado raro un cambio de actitud tan repentino, ¿por qué no me di cuenta, era algo más que obvio?

Estaba segura de que si lo veía no aguantaría las ganas de llorar. Llegamos a la biblioteca y ya estaban todos ahí excepto el profesor, Mauricio y Reynaldo, me senté en mi lugar y como cinco minutos después llegaron los tres, Mauricio se acerco a mi.

-¿Qué paso?- pregunte.

-Me pelee con Reynaldo.

-¿Porque?-

-Para que no se vuelva a meter contigo.

-Ay Mauricio, no hubieras hecho nada.

-No me iba a quedar de brazos cruzados viendo como ese tonto se burlaba de ti.

-Bueno Mau, de cualquier forma gracias por defenderme.

-De nada Betina, eres mi hermana menor y te tengo que defender y cuidar.

Comenzamos a trabajar en el libro y en menos de treinta minutos ya habíamos terminado, solo faltaba ir a la papelería para engargolarlo, lo malo es que solo podían salir tres integrantes del equipo, pero como todos queríamos ir lo decidimos con un dado a los que les saliera los números mayores irían, al final fue Pablo, Sol y Mauricio. Mientras nosotros comenzaríamos con la presentación de power point, no teníamos mucha presión ya que nuestro equipo era el más adelantado, el resto de los equipos iban a la mitad del trabajo escrito. Sentí que los ojos se me comenzaron a llenar de lagrimas, me sentía muy mal, porque lo tenia que tener justo enfrente y a Lorena al lado.

Mi Corazón Te PerteneceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora