Abrí los ojos y ya eran las 5:30 así que enseguida me bañe, me arregle y me reuní con mi familia en el comedor, mis padres se fueron de urgencia a la empresa por lo que solo desayune con Mauricio.
-Buenos días Betina.
-Buenos días Mau.
-Ahora si me dirás?
-Te digo en el colegio, no quiero que alguien vaya a escuchar.
-Esta bien.
Terminamos de desayunar y enseguida Paco nos llevo al colegio.
Iba caminando hacia mi salón con Mauricio.
-Mau vamos a las canchas para hablar de lo que ya sabes.
Caminamos hacia las canchas y nos sentamos en una banca.
-Ahora dime.
-Es que no es fácil
-Solo dilo
-Prométeme que no le dirás a nadie, ni siquiera a Juan, Víctor o Lorena.
-Lo prometo, ¿dime de quien se trata, quien es el afortunado que logro robar el corazón de mi hermanita?
-Es...
-¿Quién?
-Reynaldo.
-¿Qué? Es en serio? Betina no juegues con esto!!!
- Es en serio
Mauricio se levanto muy alterado y yo lo seguí, pero él me empujo y me grito, algo que jamás espere escuchar de él.
-Eres una traidora, olvídate de que eres mi hermana, por eso querías que nos hiciéramos amigos verdad!!!
Sentí como mis ojos se llenaban de lagrimas, y Mauricio ni siquiera me volteo a ver solo se fue, camine hacia mi salón, pero aun era muy temprano así que mi salón estaba vacio, me metí y comencé a llorar, luego la puerta se abrió y escuche que alguien entro, por lo que empecé a limpiarme los ojos.
-Betina, ¿que tienes? ¿Estas bien?
Levante la cara y vi que era Reynaldo.
-No – Dije mientras retenía las lagrimas
Él se acerco a mi y me abrazo, y fue entonces cuando empecé a llorar de nuevo. Le pedí que fuéramos a otro lugar ya que no quería correr el riesgo de que Mauricio nos encontrara ahí.
-Vamos a otro lugar¿ si?
-Claro
Bajamos las escaleras y fuimos las gradas que estaban justo enfrente de las canchas de básquet.
-¿Quieres hablar de por que llorabas?
-Prefiero no hacerlo.
Él solo me observaba preocupado pero no me decía nada, en eso recargue mi cabeza en su hombro y él me abrazo. Sentí que alguien nos observaba y así fue, Mauricio estaba ahí jugando básquet y no retiraba la mirada de nosotros.
-Ahí esta Mauricio mejor vámonos.
-Ok, tranquila.
Caminamos hacia nuestros salones y cuando íbamos subiendo las escaleras Reynaldo dejo de caminar y solo me observaba, me tomo de las manos y las puso sobre su pecho, luego se acerco poco a poco a mi rostro y me dio un lindo beso en la mejilla.
-Betina ¿crees que en receso podríamos hablar?
- Claro que si Reynaldo.
-Ok, entonces te espero afuera de tu salón.
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Mi Corazón Te Pertenece
Teen FictionTodos tenemos un alma gemela en este mundo sólo es cuestión de poner mucha atención ya que esa persona puede estar más ceca de ti de lo que imaginas. No volveré a cometer el mismo error dos veces, ya no me volveré a dejar llevar por las apariencias...