Él ya lo sabía
Sehun supo que había arruinado todo cuando, al día siguiente, llegó a la facultad y Luhan le evitó como la sarna misma, y repitió la faena como religioso durante una semana más. Todo se resumió a desconocidos; sin mensajes, sin besos a hurtadillas en los baños más solitarios, sin caricias y palabras de aliento para el día, sin nada.
Cuando llegó a la facultad ese viernes la presencia de Luhan se hizo presente en sus recuerdos pero no en sus acciones, había desaparecido con Minseok dejándole una sensación de desasosiego que no podía explicar en palabras. Luhan estaba calando profundo en su ser y el tiempo lentamente se estaba agotando; se sentía exhausto, como si supiese que su hora final estaba por llegar. Era como un vil esclavo esperando a que su verdugo le cortara la cabeza.
-Tic, Toc, Tic, Toc, se te acaba el tiempo, Hunnie.
Y hablando de verdugos...
Sin darse cuenta, Sehun estaba sentado en el último lugar donde quería sentarse, Joonmyun estaba inmerso en su mundo de computadoras, tal vez sacando la raíz cuadrada de Sulli, Kris se estaba comiendo las uñas en una clara señal de nerviosismo, Sehun no preguntó que tenía realmente no veía el caso, y luego estaba el Rey de las bromas y apuestas, con una sonrisa peligrosa en los labios y esa atorrante voz que sólo traía consigo pestes y molestias.
-Sabes que sólo quedan dos semanas -musitó Jongdae metiendo su dedo en la herida, sonriendo como si realmente no estuviese considerando el dolor y la vergüenza que sentía una persona cuando se burlaban de su incredulidad.
Sehun quería a Jongdae, era su amigo después de todo. Era como la familia que no tuvo en su casa, Joonmyun y Kris eran como su madre y padre respectivamente, los quería, pero no soportaba todo ese juego de apuestas. Él ya estaba cansado.
Rodó los ojos tratando de ignorar la voz cantarina de Jongdae que le apresuraba en la apuesta, que le incitaba con los ojos a hacer cosas que él definitivamente no quería, pero qué podía hacer; ninguno de los que estaban sentados en la mesa habían echado manos atrás para no cumplir una apuesta, ni siquiera Kris, quien al parecer se había visto bastante distante desde la apuesta con Huang Meiling. Las diatribas de Sehun iban a acabar con su mente, y todas esas reglas de mierdas en su grupo estaban interponiéndose encima del deseo que él tenía de continuar al lado de Luhan costase lo que costase.
-A veces siento que te has metido muy, muy, de lleno en esta apuesta -dijo Jongdae y a Sehun se le erizó la piel. Jongdae lo estaba escrutando con su mirada rasgada de una manera tal que prácticamente su lengua quería desprenderse para salir corriendo-. Pero son ideas mías, ¿cierto, Hunnie? ¿Cierto que son ideas mías?
Sehun no dijo nada, no obstante asintió para que Jongdae supiese que estaba vivo. Joonmyun negó aún metido en su computadora, y Kris le echó una mirada larga, no era ni de repruebo ni de aceptación, simplemente estaba analizándole.
-Parece que fue ayer cuando te negabas a aceptar esta apuesta -dijo Kris, unos segundos después.
Jongdae cantó animado, colgándose del cuelo del menor.
-¡Si, nuestro Hunnie está creciendo!
-Si por crecer te refieres a que es menor que tú y es más alto, entonces si, si está creciendo.
Jongdae se descolgó de Sehun y miró severamente a Kris.
-¡Callate, Yifan!
-No me digas Yifan, Chen.
-No me digas Chen. ¡Sabes que lo detesto!
-Ay, callense los dos -protestó Joonmyun.
-¡Callate tú, Suho! -gritaron Jongdae y Kris al mismo tiempo.
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Patito Feo → HunHan
Fanfiction«De cliché está hecho el mundo, básicamente esta historia no es la excepción. Secundaria Hangaek. El objeto de las burlas, Luhan, el Patito Feo. Sehun, un chico ridículamente popular. Una apuesta. Un mes. Un sentimiento. Un año después. Y un montón...