c u a t r o

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Sensaciones y emociones.

—¿Dónde estuviste ayer?

Sehun ya se había resignado a que en ningún desayuno, almuerzo, tan siquiera la cena, iba a tener un momento de paz, un momento en que el Jongdae no estuviese molestándole siempre.

Con reticencia se llevó un rollo de espagueti a la boca y se calló por un momento, mientras Jongdae tenía esa cara de que a fuerza, estaba esperando una repuesta.

—Ya sabes, cumpliendo con mi apuesta —respondió, escogiéndose de hombros.

A Jongdae al parecer le agradó la respuesta porque silbó fuerte llamando la atención de todos a su alrededor y así mismo ignorándolos a todos. No importaban de todos modos.

—Este es el regreso de mi pequeño Sehun —clamó, con solemne orgullo. Quiero que Luhan se enamore al punto que, cuando le dejes, sea capaz de arrastrarse por ti suplicando que reconsideres tu decisión.

Sehun rodó los ojos principalmente porque no le gustaba el tema de Luhan, no le gustaba que Jongdae hablase de él como si fuera un sucio trapo del cual debía deshacerse, aún cuando la moral le golpeara segundos después por estar haciendo lo mismo. Sehun sacudió su cabeza y decidió disipar los pensamientos.

—He visto a Luhan con Minseok —dijo Kris, interrumpiendo la celebración de Jongdae. Algo se oscureció en la mitrada del líder, por supuesto Sehun no dijo nada, no era su problema.

—¿Y eso qué? —inquirió Jongdae—. Son amigos desde hace mucho tiempo.

—¿Y si a Luhan le gusta Minseok? —preguntó Kris, girando su cubierto en los dedos, con esa apariencia despreocupada que le caracterizaba—. Lo que digo es que Minseok tiene mucha influencia sobre Luhan y a parte nos odia, ¿no te da miedo que ponga a Luhan en tu contra? —Le preguntó directamente a Sehun.

Decir que aquello no lo había pensado sería mentir, Minseok había significado una molestia para él; siempre mirándole con esa cara de indiferencia y prepotencia como si Sehun fuera menos que nada y él un gran rey con todo y corona. Lo odiaba, estaba demás decirlo y el que fuera el mejor amigo de Luhan le ponía los nervios de punta.

—Sehun es muy inteligente —respondió a Jongdae, robando la defensa de Sehun—. Y si Minseok no pudo hacer nada para defender a su prima de mí, mucho menos lo hará con Luhan, y menos cuando nuestro Sehunnie planea enamorarlo hasta la médula. Una persona enamorada no escucha razones.

Kris, Sehun y también Joonmyun quien se había mantenido en silencio tecleando en su Tablet, miraron a Jongdae como si de repente le hubiese salido una segunda cabeza.

—Oh, eso fue raro —siseó Sehun, ganándose un golpe en el brazo de parte del líder.

—Tienes que tener cuidado, Sehun —Esta vez, fue Joonmyun quien tomó la palabra. Minseok no es de fiar, ¿cierto hermanito?

La mesa quedó en absoluto silencio, mientras Joonmyun miraba de forma divertida a Jongdae y éste se hundía en su platillo, ahogándose de golpe y evitando comentar.

Sehun rodó los ojos, sintiendo que en su propio grupo habían secretos pero negándose a ahondar porque si nadie los compartía él no tenía por qué importarle.

—Vamos a fijar posiciones, señores —bramó Sehun, al cabo de un rato—. Es mi apuesta, ¿de acuerdo? Por ende la manejo como mejor me plazca. Ya me encargaré de Minseok, por ahora hago las cosas a mi manera.

Nadie más dijo nada luego de eso. Kris se sumió a su comida al igual que Jongdae, quien parecía distraído por algo, y Joonmyun volvió a la comodidad de su tecnología. Sehun agradeció los minutos de silencio, los instantes de paz. Se dedicó entonces a comer con tranquilidad mientras su mente se las ingeniaba para apartar a Minseok del camino, decidiendo que no sería por mano de él aquella jugada; iba a ser Luhan mismo quien pondría los puntos sobre las íes si es que a Minseok se le ocurría la brillante idea de interferir en su apuesta.

Patito Feo → HunHanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora