v e i n t i s i e t e

10.1K 864 490
                                    

El Recuento de los dos.

KaiSoo

Cuando Kris recibió el mensaje de Tao tuvo una única primera emoción, el «Necesito que nos veamos» le aceleró el corazón, y cuando el chico Panda le mencionó que su encuentro sería en un departamento, su ya desbocado corazón se aceleró todavía más. Tenía muchas expectativas, y estaba esperando mucho a decir verdad. Pero jamás, jamás, se imaginó sentado en una silla mecedora hecha de la más pura caoba, en un apartamento muy lujoso, con la mejilla desparramada en la mano, con Tao de gafas y libreta en mano y un Kyungsoo ceñudo, sentado en medio como si fuese un jodido florero.

Florero de flores negras, cabe destacar.

Aunque bueno, al menos no estaban cerca de Meiling, mujer que parecía oler su presencia a ridículos metros de distancia. Al menos ese apartamento podían ser Tao y Kris... y Kyungsoo pero hasta cierto punto, vamos a ignorarlo.

Mientras tanto estaban ahí, Kris escuchando gruñir al Profesor Do, y Tao haciendo de psicólogo barato. Kyungsoo tenía un problema severo de celos con respecto a su moreno, y cruzado de brazos, decía no entendía cuál era el problema de celar lo que creía suyo, sin darse cuenta realmente que estaba alejando a Jongin con cada palabra.

Tao estaba agotando su paciencia tratando de que el profesor recapacitara, o al menos diese indicios para hacerlo.

-Estás pasando por una etapa de negación, Kyung -le dijo Tao, aunque ya lo había dicho al menos unas cuatro veces antes.

-Estamos bien -respondió Kyungsoo, gruñendo cual perro con rabia-. Jongin sólo está siendo caprichoso.

Tao se palmeó la frente y Kris tuvo que pasarle la mano con suavidad por la espalda intentando de alguna forma ofrecerle tranquilidad a su chico estresado. Tuvieron algunos minutos cruzando su mirada, y es que por supuesto, Kyungsoo no iba a ceder y Tao estaba perdiendo las ganas de tratar seriamente su caso.

Hasta que su móvil sonó con un mensaje, Tao abrió los ojos grandes y curioso, Kris se acercó.

-Oh -resopló Kris al leer el contenido del mensaje.

-Oh -siseó Tao, mirando a Kyungsoo como diciéndole que lo que estaba leyendo tenía que ver con él.

Por ende Kyungsoo se movió de su sitio y le arrebató el teléfono a Tao y leyó él mismo lo que decía el mensaje. Kris sabía que posiblemente se iba desatar Troya, pero realmente estaba esperando una verdadera acción de parte del más bajo.

Algo.

No sé, desesperarse o algo.

-¿M-maletas? -musitó un nervioso Kyungsoo.

-Para irse -añadió Tao.

-Mañana -Kris se unió, además para efecto dramático se acercó a Tao y le abrazó de costado-. Nunca me dejes, Panda. Pégame pero nunca te regreses a China.

Kris soltó a Tao luego de que éste le golpeó un poco demasiado fuerte y volvió a su mecedora de caoba, vio como Kyungsoo estaba buscando las palabras exactas para manifestar lo que sentía, quizá todavía no había asimilado el contenido del mensaje; no obstante Kris era un buen amigo, y qué clase de amigo sería si no le recordaba las desgracias a sus íntimos, aunque con Do, apenas y Hola se decían.

-Luhan dice que Jongin está preparando las maletas para regresar mañana mismo a China ¿qué piensa hacer, Profesor?

A lo mejor estaba recapacitando, quién sabe, lo que sí sabía era que se miraba enteramente nervioso, como nunca antes, comenzó a sudar cual cerdo en sauna, y no conforme con eso tenía pinta de llorar. Kris no quería que llorase, suficiente había tenido con la época gris de Sehun, y ahora que su amigo la había superado exitosamente, no deseaba volver a enfrentarse a aquello.

Patito Feo → HunHanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora