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Nueva historia, mismos protagonistas.

Seúl, Corea. Actualidad.

—Entonces me dijo «No me interesan sus problemas. Siempre y cuando no interfieran con la paz de los clientes, puedes pelear cuando quieras» —escupió un explosivo Jongdae cruzado de brazos.

Sehun estaba echado sobre un gran sofá ubicado en su habitación, Jongdae había entrado a su casa invadiendo su paz y detrás de él, Kris y Joonmyun porque «Reunión de grupo». Joonmyun se echó sobre la cama de Sehun usando su tablet y abusando de su WiFi y Kris recién terminaba de acomodarse en el piso luego de asaltar su cocina, encendiendo la televisión e ignorando las quejas de Jongdae.

¿Cómo se deshacía de esa peste? ¿Cómo?

—Minseok siempre va a ser la horma de tu zapato, hermano —le dijo Joonmyun, riéndose como siempre lo hacía.

Jongdae envió una mirada mortal intentando desintegrar la humanidad de su hermano, sin embargo sólo se ganó la risotada de este, acompañada de la de Kris. Parecía que a Jongdae en verdad le mortificaba la presencia de Minseok; Sehun lo había estado observando durante el año que Luhan estuvo ausente y las miradas que esos dos se echaban podían congelar al mundo y todo a su alrededor; Jongdae le tenía rabia a Minseok por alguna razón, y Minseok no se quedaba atrás. Al parecer el único que sabía qué historia se traían esos dos era Joonmyun. Y estaba muy renuente a comentarlo.

—Jongdae, ¿puedes bajar la voz? Me duele la cabeza —siseó Sehun, tocando su frente con insistencia y deseando que todos se fueran lejos, dejándolo solo con su viejo, mejorado, y recién re-estrenado dolor por causa de Luhan.

—¿Cómo no te puedes compadecer de mí? ¡Minseok arruina mi existencia!

—Pues te ganaste su odio, nuestro grupo se metió con su amigo, y tu sola presencia le arruina la existencia a él —añadió Kris, con un pedazo de papa en la boca.

—Eso sin contar otras cosas.... —susurró Joonmyun, huyendo de la mirada de «Te mato, yo te mato».

—¿Qué otras cosas? —preguntó Kris, dejando el televisor a un lado y concentrándose únicamente en Joonmyun y Jongdae.

—Nada, Joonmyun no está hablando de nada. ¿Cierto, hermanito?

Oh, si las miradas mataran, estuviese descansando en este mismo momento el cuerpo sin vida de Kim Joonmyun. El verdadero Caín y Abel.

Sehun rodó por el sofá disipando el ruido de sus amigos y tratando de desintegrarse como polvo en el aire. Estaba sencillamente agotado, el día no había estado para nada bien, el regreso de Luhan devolvió el dolor que pensó que al menos había aprendido a controlar. Le costó mucho poder dejar su etapa depresiva, también le costó dejar el soju y auto-destruirse con canciones tristes. Y aunque no lo había superado del todo, podía fingir que lo hacía. Pero con el regreso de Luhan todo se había ido cuesta abajo.

Y el alboroto de Kris, Jongdae, y Joonmyun no ayudaba. Por un lado estaba Kris, que iba y venía a la cocina diciendo cosas como «El pollo que te hizo tu nana luce bien pero no quiero perder el estilo si lo como», Jongdae y sus dilemas que en incluían en todo momento a Minseok, y Joonmyun que se frustraba cada dos por tres porque no podía conseguir el número de teléfono de la nueva pasante de deporte, Park Hyomin.

—¿Sabían que esto podía considerarse allanamiento de morada? —dijo Sehun, suspirando. Jongdae fue el primero en atacar.

—Tú allanaste la casa de Lu, allanaste sus labios, su vida, su comida, quizá allanaste sus panta...

Patito Feo → HunHanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora