Llegó el día, mi primer día de clase en la ciudad. Creo que nunca había estado tan nerviosa en toda mi vida, apenas desperté sentía el pulso acelerado y el rostro caliente. Además de el hecho de empezar clases hoy y conocer personas nuevas, me pone aún más nerviosa pensar cómo será la gente de aquí.
Siempre veía en las películas esos institutos gigantescos donde habían chicas y chicos populares, los cuales generalmente son malos con los demás; los típicos nerds y frikis, los fresas, los rockeros y los del equipo de fútbol junto con las porristas, todo un cliché.
En mi antiguo instituto no era así, todos nos llevábamos bien ya que era un pueblo pequeño y entre todos nos conocíamos, nadie le ponía etiquetas a las personas y nos respetábamos entre sí, obvio habían unas que otras personas irrespetuosas pero en todos lados encuentras personas así.
Maldita sea, mi cuello, duele mucho. ¿Es qué por casualidad dormí encima de una ladrillo?
No, probablemente hubiese dormido más cómoda encima del ladrillo.
Eso te pasa por dormir con tres almohadas Elizabeth.
Decidí levantarme de la cama y darme una ducha rápida y tibia, me vestí con la ropa más bonita que pude encontrar para dar una buena primera impresión, aunque generalmente no me importa que piensen los demás de mí, pero no quería llegar con una camisa de cuadros, unos jeans claros y unas botas de vaqueros y que ya el primer día de clases me pusieran apodos como "vaquerita" o me dijeran algo como: "¿Dónde está tu caballo?".
Espero todas las películas y todos los libros que leí me ayuden a sobrevivir en el instituto.
Como de costumbre baje para desayunar con mi mamá, mi estómago no dejaba de rugir, creo que fue mala idea comer sólo palomitas anoche.
- Ma, estoy hambrienta ¿Dónde está la comida? -pregunté mientras revisaba en el horno microondas, no encontré nada ahí.
- Lo siento mi niña, pero estoy muy retardada y no quiero llegar el primer día tarde a mi trabajo - dijo mientras recogía unos papeles en el comedor. Mi madre era una mujer muy trabajadora, lo malo de su trabajo es que casi nunca esta en casa, y a veces viajaba mucho - en la nevera hay cereal y leche, prepárate algo - agarró su bolso de mano y me dio un beso en la frente antes de salir por la puerta - ¡SOCIALIZA! - escuché antes de sentir el portazo.
Genial, cereal con leche, perfecto para desayunar cuando estoy muriendo de hambre. Eso no me llena ni medio estomago.
Por eso es que eres una ballena obesa Elizabeth, controla tu amor por la comida o la próxima semana vas a llegar rodando al instituto.
Después de comer, aseguré de que no se me quedaba nada y salí de la casa antes de que se hiciera aún más tarde. Como el instituto quedaba cerca, decidí irme caminando. El clima estaba fresco y me encantaba sentir el viento rozando mi cuerpo.
Mientras caminaba pude observar a una pareja besándose en el parque donde había sido la reunión de ayer, parecía que el chico se la iba a tragar viva. Que asco.
No sé porque tienen que expresar su "cariño", frente a todos. No todos queremos ver cómo tienen relaciones sexuales con ropa en un banco uno encima del otro, Dios, hay niños viendo.
Después de caminar unos minutos, los cuales para mí fueron eternos,finalmente, llegué.
Oh Dios mío.
El instituto era inmenso, las áreas verdes preciosas, justo como lo imaginaba. Caminé hasta la puerta que por lógica pensé que sería la correcta para entrar a los pasillos y donde vería mis clases.
No quiero entrar, no quiero.
Me armé de valor y abrí las puertas.
Mi pulso se aceleró aún más que cuando desperté, empecé a pestañear rápido como de costumbre cuando me ponía nerviosa.
Que cantidad de gente. Siento que voy a vomitar.
Ya, actúa normal, busca la hojita que te dio tu mamá con el número del casillero y cálmate.
No hagas contacto visual.
Después de más de quince minutos buscándolo, al fin lo encontré. Abrí el casillero y coloqué mis cosas allí, ahora tenía que encontrar la oficina del director para que me asignaran mis horarios y mis clases.
Genial, creo que me perdí.
- ¡Hey! - escuché que gritaron detrás de mí, pero no hice caso y preferí seguir caminando, seguro estaba alucinando por los nervios.
- ¡Hey, chica! - sentí el sonido más cerca, así que volteé -
- ¿Es conmigo? -pregunté viendo al chico que tenía al frente, sentía que me hacía falta el aire.
- Claro que es contigo - se le escapó una risa súbita -¿O es que ves a alguna otra chica aquí? - dijo viendo a los alrededores - ya todos están en clase, es tarde.
Dios mío, este chico sí que era hermoso.
Hola, ¡Ya son 50 vistos! Sé que no es la gran cosa pero para mí es demasiado. Gracias por leer y si les gusto el capítulo por favor comenten y voten, besitos💘.
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De polo a polo.
RomancePolos opuestos se atraen, ¿Mito o realidad? Para Elizabeth Parker su vida ha sido corriente, monótona y aburrida. Pero de un momento a otro, tras conocer a un chico arrogante, misterioso, insufrible pero realmente encantador, su vida da un giro de c...