Alto, corpulento, su cabello era castaño claro y sus ojos de un color verde aceituna, me miraba junto a una hermosa sonrisa de oreja a oreja.
Dios mío, yo que decía que la perfección física no existía.
- Hola - saludó, sonriendo aún más - mi nombre es Greyson, nunca te he visto por aquí y supongo que eres nueva, ¿Necesitas que te guíe a algún lugar? - preguntó - te he visto caminar por la misma dirección como cuatro veces - reía mientras se racaba la cabeza -
Qué torpe soy, ahora entiendo porque no encontraba la oficina del director.
Ahora deja de pensar y di algo inteligente antes de que Greyson salga corriendo.
- Hola - lo saludé con una sonrisa tímida- soy Eli-za-Elizabeth - dije tartamudeando, me hacía falta el aire.
Ni tú nombre puedes pronunciar bien, genio.
- Bienvenida Eli-za-Elizabeth - me imitó con una sonrisa vacilante - ¿A dónde te dirigías? - preguntó.
- Estaba buscando la oficina del director, pero supongo ya notaste que soy torpe para las direcciones - aposté.
- Tranquila, el instituto es muy grande - dijo - la primera vez que vine estuve perdido por una hora y falté a la primera clase - sonrió - la oficina del director es ahí, no estabas tan lejos - señaló una enorme puerta de madera que tenía grabado en letras mayúsculas "OFICINA DEL DIRECOR", justo a mi derecha.
¿Es que acaso estoy ciega? A parte de torpe, ciega.
- Gracias - llevé mi mano a mi frente - no entiendo cómo no la vi, ¿Podrías decirme la hora? -pregunté, siento que ya perdí la primera clase.
- Son las nueve y treinta. Supongo que llevas dando vueltas en el mismo lugar como por una hora - dijo burlón.
- Eso creo - se me escapó una risa nerviosa - ¿Tú por qué no estás en clase? - pregunté confundida, pues era el único estudiante en los pasillos.
- Estaba en geografía, pero cada dos o tres horas tengo que ir al baño, solo tengo un riñón y soy como un tanque de agua - rió apenado.
Creo que es información innecesaria.
- Gracias Greyson - le dediqué una sonriss amable - no te molesto más, ya puedes ir a tu destino y hacer lo que tenías que hacer, tu vejiga debe de estar a punto de explotar - agregué entre risas.
- ¡Oye, no es mi culpa tener sólo un riñón! - rió - si quieres yo voy al baño mientras tú vas a la oficina y nos encontramos aquí en diez minutos - dijo dando pequeños saltitos, no mentía cuando decía que necesitaba ir al baño - No quiero que te vuelvas a perder - levantó una ceja.
- Me parece bien - sonreí apenada.
Entré a la oficina del director y su secretaria me entregó una carpeta con todos mis horarios y apuntes necesarios para "sobrevivir" en este instituto. Salí rapidamente de su oficina, me encontré con Greyson y nos dirigimos a mi primera clase, Geografía.
- Chicos, saluden a la señorita Elizabeth. Es nueva, denle una agradable bienvenida - dijo mi profesor mientras me daba unas cuantas palmaditas en mi hombro - Te puedes sentar allá, al lado de Brooks, hoy no vino su compañera - señaló a la típica chica rubia, delgada y con más maquillaje que mis ganas de vivir.
- Gracias profesor - caminé con la cabeza agachada para no hacer contacto visual con nadie, llegué a mi asiento y me senté. Ok Elizabeth, ¡A ser sociables! - Hola, mucho gusto, Elizabeth - me presenté con la chica chica tratando de hacer una sonrisa gigante, creo que debería sonreír menos para parecer normal.
- Hola, soy Megan - dijo desinteresada mientras veía sus largas uñas postizas.
Que Dios me ayude y me de muchísima paciencia si todas las chicas de este instituto serán como ella.
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De polo a polo.
RomancePolos opuestos se atraen, ¿Mito o realidad? Para Elizabeth Parker su vida ha sido corriente, monótona y aburrida. Pero de un momento a otro, tras conocer a un chico arrogante, misterioso, insufrible pero realmente encantador, su vida da un giro de c...