Iris (Thomas Brodie - Sangster)

Capítulo 8 : Un desayuno con Sebastian

Ni bien desperté lo primero que hice fue buscar a Thomas, pero al igual que la primera vez, él ya no estaba, eran las cosas como estas las cuales me hacían dudar si el era real o no.

Eran las 5 am, no sé por que me desperté a esta hora, pero ya no podía conciliar el sueño, no si seguía pensando en que si Thomas estuvo aquí anoche o no.

Debía pensar en otras cosas, así que salí a la sala, habían unas cuantas botellas de cerveza en la mesa de centro y al lado de los muebles, en la cocina estaba peor, habían envolturas de comida chatarra por todos lados, vasos y pequeños platos sucios en el lavadero, me dí una vuelta por el cuarto de Jenn y la encontré tumbada en su cama, ni siquiera se había puesto su pijama.

Estuve arreglando la sala y la cocina por un buen rato, hasta que me dio hambre, miré el reloj, eran las 7:15 de la mañana, tenía tiempo para alistarme, desayunar algo afuera e irme a universidad.

Mientras caminaba hacia la cafetería donde trabajaba mi hermana, me dispuse a llamar a Evan y Kelly, pero ninguno de los me respondía, seguro estaban dormidos.

Estaba a punto de entrar a la cafetería donde trabaja Jenn cuando...

-¡Juliet!

Otra vez no.

-Hola Sebastian - sonreí.

El prácticamente corrió hasta donde yo estaba y me abrazó casi levantándome del suelo.

-Creí que te había pasado algo - dijo mientras me soltaba y depositaba un beso en mi frente - ven, te invito una taza de café - tomó mi mano.

-Está bien.

Entrar a la cafetería tomada de la mano de Sebastian fue raro, Sara y Laureen ( una chica nueva que entro a trabajar aquí después del accidente) se me quedaron mirando muy sorprendidas.

Sebastian escogió una mesa al lado de uno de los ventanales de la cafetería y Laureen se acercó a pedir nuestra orden. Como siempre Sebastian fue el primero en hablar.

- Hola Laureen - saludó como si nada - ¿Podrías traerme una taza de té?

- Claro - respondió Laureen algo rígida mientras apuntaba la orden en su libreta.

- Y de su selección de postres, me gustaría pedir la número 5,9,14,17,24 y 32 - habló Sebastian mientras revisaba la cartilla - ¿Que vas a querer para tomar Juliet?

- Solo quiero café - respondí algo incomoda.

-¿Eso es todo? - preguntó seria Laureen, más de lo normal.

- Si eso es todo - sonrió Sebastian.

Laureen rodó los ojos y caminó hasta la barra al lado de Sara.

- No sabia que la conocías - dije burlona.

- Oh... no - sonrió - Laureen... solo salimos el año pasado, nada serio.

- Claro... ¿por que pensaste que me había pasado algo? -cambié de tema.

- No contestaste mis llamadas

- Oh... eso... - miré a todos lados buscando una excusa- me quedé dormida y mi celular está en vibrador.

- Aun así, fue preocupante, después del accidente... todo ha sido muy extraño... - habló mientras tomaba mano sobre la mesa y entrelazaba nuestros dedos.

En el acto solo pude pensar en Thomas, el me tomó de las manos de la misma forma ayer, solo que cuando el lo hizo no sentí las ganas de alejarme corriendo, como lo siento ahora que Sebastian me está tomando de la mano, es incómodo y extraño.