Capítulo 17.

1.4K 104 1
                                    

—¿Por qué estás aquí? —le pregunté a Samira.

—Solo quería una excusa para estar un rato contigo. Ya sabes, gracias a Briana lo he conseguido. —Samira rió.

—Bueno pues... vamos a sentarnos. —le señalé un banco que había cerca, ella asintió y se fué a mi lado.

Nos sentamos, ella estaba distante, como preocupada por algo.
Le notaba que quería decirme algo pero le costaba.
Me acerqué a ella sin intención ninguna, pero me acerqué.

—Samira, dime la verdad, ¿por qué estoy aquí contigo? —le pregunté sin rodeos, hacía frío en la calle y no me encontraba con ánimos de estar perdiendo el tiempo.

—¿Recuerdas lo que me pediste el otro día?

—¿Los apuntes de química?

—No, lo otro. —No tenía ni idea de lo que estaba hablando.

—¿Los apuntes de biología?

—No Jared...

—Entonces te pedí algo y no lo recuerdo.

—Las cartas...

Era verdad que más de una vez le había pedido leer las cartas que le mandaba cuando no estabamos juntos, pero ella siempre lo negaba. Siempre estaba intentando esperar a que el recuerdo de "por qué Samira se hace la loca con las cartas" llegara.

Y yo no tenía recuerdo de esas cosas, solo me venían imágenes a la cabeza de folios arrugados donde siempre ponia al final Atentamente, Jared.

No entendia por qué Samira me venía con ese tema ahora si nunca antes había hablado de él.

Pero como me interesaba, seguí escuchandola.

—¿Me las vas a enaseñar? —le dije incrédulo.

—Eso tenía pensado, pero si no quieres...

—Si, por favor.

—Pero, como tú comprenderás, no las llevo encima. Están en mi apartamento, si quieres leerlas, tenemos que ir allí. Solo estará Maddy, ya sabes, ella vive conmigo.

Sin decir nada, se levantó tirando de mi mano, y nos fuimos caminando sin decir ni una palabra por el camino. Sin embargo, era un silencio cómodo, ella no soltaba mi mano, y me sentí orgulloso de ser su amigo.
El camino a su casa se hizo corto, ya me sabía de memoria dónde quedaba su casa.
Al llegar, Maddy me saludó con una sonrisa que me hizo sentir bien acompañado y le devolví la sonrisa.
Maddy era agradable, se la veía buena persona, aunque pasando todo el día con Samira, era normal ser asi. Era una niña también muy inteligente, ademas de bastante guapa también.

Samira le dió un abrazo profundo, y Maddy le guiñó un ojo creyendo que yo no me iba a dar cuenta.
Me acompañó a su habitación, su casa era de una sola planta, pero bastante grande. En la fiesta se veía más pequeña por toda la gente que había pero ahora veía lo bonita que era la casa.
Por el pasillo recordé la fiesta, cuando ese inútil intento hacerle daño a Samira. Me enfureció el recuerdo y Samira a mi lado se dió cuenta. Me apretó la mano y me lanzó una mirada tranquilizadora, que funcionó.
Pero mataría a ese inútil de nuevo.

Flashback.

Querida Sam.
Te cansaste de mí, te cansaste de ser buena y que se aprovechen de eso.
Te cansaste de que te dijeran que debes curar las heridas y no saber hacerlo.
Hoy he estado llorando en mi habitación. Y la única que estaba para consolarme era Briana.
Ha estado diciéndome que me olvide de tí, y le he contestado que no podía .
¿y sabes que ha pasado al final? Que ella me ha dicho que también te extraña y hemos terminado los dos llorando.
También me he encontrado con tu amigo del alma y me ha dicho que no vas a volver conmigo . Le dí un puñetazo y me han expulsado del colegio tres dias. Aquí recapacitando me he dado cuenta de que era yo el que se merecía ese puñetazo, por haberte hecho daño.
Nunca permitiría que nadie te hubiese hecho daño, sin embargo, yo fuí el que más te lastimó.
Ojalá un día puedas perdonarme.

Atentamente, Jared.

Fin del flashback.

—¿En qué piensas? —la voz de Samira me sacó de mis pensamientos.

—Creo que en tí.

Atentamente, Jared. [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora