Capítulo 19.

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Desperté junto a Samira, miré mi reloj que marcaba las 8 de la mañana.
Lentamente, me senté en la cama sin despertar a Sam, y miré toda la habitación.
Ropa tirada por todo el suelo, mis zapatillas al otro lado de la habitación y Samira acostada a mi lado.
Miré el suelo del cuarto, como si un huracán hubiese pasado horas antes, pero no pude evitar sonreír como un imbécil.
Agaché la mirada a mi cuerpo, estaba desnudo, solo con los bóxers puestos y aparté la sábana para mirar a Samira.

Tenía el mismo pijama de la noche anterior pero faltaba el pantalón. Desvié la mirada, y efectivamente, el pantalón estaba en el suelo junto al resto de mi ropa.
Su pelo negro estaba revuelto, como si se hubiese peleado con el peine, pero sonrío al recordar que el motivo era yo.
Tenía el rímel derramado en la cara, que se distinguía con las enormes ojeras que decoraban sus ojos.

Samira, deberías haber dormido un poco más.
En realidad no.

Flashback.

Querida Sam.
Feliz San Valentín Princesa.
¿recuerdas el San Valentín del año pasado? A estas mismas horas estaba durmiendo en tu cama abrazado a ti. No dormimos nada en toda la noche, nos lo pasamos realmente bien.
Recuerdo también esas noches en las que solamente eras mía y ahora solo me las paso llorando como un bebé al que le han arrebatado su osito de peluche.
Solo escucho los latidos de mi corazón en la fría y sola habitación.
Llevo 365 días sin dormir a tu lado, y no puedo imaginarme otro año sin sentir tu cuerpo pegado al mío en el frío de la noche.
Samira, tu eras mías y sé que tienes tantas ganas como yo de volver a serlo.
Por favor, princesa, regresa conmigo, a mi cama y ayudame a secar las lágrimas porque me estoy ahogando.

Atentamente, Jared.

Fin del flashback.

Me levanté para ir al servicio a lavarme un poco la cara y espabilarme, pero Samira notó que me levanté de la cama y se sentó frotándose los ojos.
La miré divertido y me reí de ella.

—¿Cómo has dormido? —me preguntó dejando a la vista su perfecta sonrisa.

—Perfectamente . —Le dije y me acerqué a ella para dejar un beso en sus labios. Al separarme recuerdo algo que no debería haber olvidado. —¿Y Briana? ¡Ella me va a matar!

—Ey, cálmate. Llamó ayer a las una diciendo que Jacob la acompañaría a casa.

—Ese imbécil se va a quedar sin pelotas como no se olvide de mi hermana.

—Me encanta cuando pones esa cara de enfadado.

Me regaló una sonrisa.
Y de repente me dí cuenta de que no lo estaba haciendo bien.

No debería haber hecho nada de lo que hice.

Jared, no la amas. ¿ Por qué te empeñas en ilusionarla para despues verla sufrir?

Giré sobre mí mismo y observando la habitación, sentí una punzada en mi corazón llamada culpa.
No quería parecer el típico capullo, pero cogí mi ropa, me la puse y luego tambien me puse mis zapatillas.
Samira ne observaba con cara de preocupación intentando adivinar lo que iba a hacer a continuación.

Sin más, miré a Samira y volví la cara para abrir la puerta e irme corriendo, mientras notaba mi mejilla mojada.

¿El por qué de mi reacción? No le volvería a hacer daño.

Me fuí de la casa ignorando las llamadas de Samira y a Maddy, que me miraba incrédula desde el sofá.

Me arrepentiría de haber hecho esto.

FOTO JARED.

Atentamente, Jared. [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora