Capítulo 7.

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Hoy era lunes, iría al instituto por primera vez desde el accidente. Estaba realmente nervioso, pues para mi era como ser el nuevo, el que no conoce a nadie.
Taira se ofreció a acompañarnos, pero con Briana iba de sobra.
Eran las 7.45 h cuando salimos de casa, y como le dijimos a Taira que no nos llevase, nos tocaría ir andando, pero no me importaba, así iba aprendiendome el camino a la escuela.

—Jared, soy tu nueva profesora de refuerzo, la srta. White. Como recuerdas poco, yo voy a ser quien se ocupe de ayudarte. —Esta tía se me cruzó por el pasillo y empezó a hablarme.

—Vale, señorita White.

Seguí caminando por los pasillos del colegio, con Ethan haciendo de guía. No me acordaba de él, pero me caía de puta madre. Me dijo que estábamos en la misma clase, así que me llevó a mi taquilla. La abrí mientras el coqueteaba con una pelirroja, yo sacaba mis libros.

—Hola cariño. —una rubia con unas tetas operadas enormes se me acercó.

—¿Quien eres tu? —le pregunté.

—Rosalie Morgan. Pero puedes llamarme Rosi.

—Ah.. Okey.

—Te he visto antes hablar con Samira, ¿la conoces?

—Si.

—Ella intentará ponerte en mi contra... Pero tu siempre has querido estar conmigo.

Ethan dio de lado a la pelirroja para encararse con Rosalie.

—Deja a Jared en paz, asquerosa. —le gruñó.

—Ahora que no se acuerda de mi ni de Sam, volveré a tirarmelo.

Vi a Samira llegar con su amiga, la tal Maddy.

—Rosalie, ¿se te perdió algo por aquí? —le dijo furiosa.

—No, estaba hablando con mi queridisimo Jared.

—Vete.

—Oh venga ya. No eras así de decidida cuando me viste en el sofá con Jared...

Como reacción a esas palabras, Samira se abalanzó encima de Rosalie y le dio dos tortazos, pero Ethan la cogió llevándola al gimnasio, donde no había nadie.

Yo fui con ellos, claramente.

—Samira, superalo ya. —le dijo Ethan.

—¿Estas loca? Solo hablábamos. —le dije.

—¿No entiendes Jared? Esa zorra fue la que hizo que acabará todo... No voy a permitir que se meta contigo de nuevo. ¡No delante mía!

—Es mi vida Samira... Yo hago lo que quiero.

Jared, estúpido, ¿por qué has dicho eso?

La has hecho sentir mal.

Ella sólo estaba dolida.

Rosalie era la zorra que le quitó el novio, y acababas de Defenderla.

—Lo siento Jared...

—¿Pero que te pasa?

—Que te quiero, gilipollas. Te extraño, ¿vale? Pero no importa, no soy nadie en tu vida ya, ve, follate a Rosalie, cásate con ella, haz lo que quieras... Pero lejos de mi.

Vi como se giró y salió del gimnasio sollozando.

Jared campeón, acabas de convertirte en un hijo de puta.

Atentamente, Jared. [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora