Capítulo 26.

1.4K 106 1
                                    

¿Cómo luchar por una vida que realmente desconoces?

¿Cómo ser feliz rodeado de personas que no sabes si te están lastimando?

-Jared, por favor, escúchame. -Me pidió Briana con ese brillo tan suyo en sus ojos, quería escucharla, pero mi corazón engañado me lo impedía.

-Vamos a solas. -Le indiqué el camino a la cocina, y cuando llegamos, hablé. -Lo siento Briana, te quería más que a nadie, pero me niego a seguir engañado por la gente. Por favor, vete de mi casa.

-¡Ahí está! No quieres que nadie te engañe pero yo no lo hago...

Sus palabras hicieron que mi corazón diera un vuelco, pero esta vez no, esta vez debía ser fuerte.
Tenía el corazón en un puño pero necesitaba quitarme mi extraño pasado de encima, no quería familia, quería soledad y nadie que me mintiera otra vez más.

Entonces reflexionas y te das cuenta, la gente solo está en los peores momentos para aprovecharse de tí y mentirte, y no sabes quién miente y quien realmente quiere decirte la verdad.
Solo estás seguro de tu nombre, y que hay que tener cuidado con quien pierdes la cabeza. Porque solo los recuerdos ayudan a fiarte de alguien. Los amigos solo son desconocidos con máscara, y la familia... no lo sabía, no sabía qué era una familia.
No sabía que era un padre, o una madre. Y lo más doloroso era no saber qué es una hermana. La persona que me hizo levantar la cabeza en el peor momento de mi vida, era solo una mentirosa más de este inmenso mundo, lleno de personas inmensamente mentirosas.
Mi pecho dolía y creía que mi corazón iba a parar de latir en cualquier momento, porque todo lo que había estado dentro de él durante este tiempo, se había evaporado de mi vida. Y no solo eso, mi vida en sí se había evaporado.

Solo recordar a una persona a la que le hiciste daño, duele.
Quizás fuera mi castigo por hacerle daño, pero aún así dolía.

Briana obedeció, salió de la cocina a despedirse de Jacob dándole un beso breve en los labios, para después irse. Aunque la escena fue rara, pero esperé a que Briana saliera.

-¿Habrán sido imaginaciones mías, verdad? -Le grité a Jacob.

-¿El que?

-Tu no acabas de besar a Briana...

-Jared, cálmate... No es nada para tí.

Y con esas palabras de Jacob, mi instinto protector salió a la luz de nuevo.

-Repíteme eso. -Gruñí apretando los puños.

-Por favor Jared... -Me rogó, pero no lo escuché.

Le lancé el puño a la cara, y varios brazos me cogieron, impidiendo que siguiera golpeandolo.

***

-¿Cómo se te ocurrió? -Samira me acarició el pelo, mientras miraba el techo desde la cama.

-No lo sé Samira ... No empieces tú también. -Me cubrí la cabeza con las mantas, haciendo como que dormía.

-Espera... ¿No pensarás irte a dormir?

Me arrancó las mantas de las manos y se subió encima de mí.

Samira Pdv'

Me subí encima de él a intentar calmarlo un rato de la manera que él y yo sabíamos, como habíamos hecho siempre que estabamos juntos.
Pero no era lo mismo, aunque estuvo mal lo que hizo conmigo, lo hechaba de menos, hechaba de menos sus te quiero y que se refiriese a mí como su novia. Y me dolía no ser lo suficiente buena para él de nuevo, me dolía en el pecho no ser fuerte para poder decirle a él lo que de verdad pensaba.

El resopló, pero no de cansancio, pareció un resoplido de alivio. Me quitó de encima y me quedé en blanco. Sacó su móvil y lo enchufó al equipo de música, aún siendo las dos de la mañana.
Mi cara cambió de color al escuchar la canción de lejos de aquí de Farruko. Recordé que esa era la canción. Era nuestra canción. La que me cantaba cuando estaba molesta con él o simplemente cuando haciamos el amor.
Mis ojos picaban al verlo sonreir e imaginar que yo era el motivo. Pero seguía dudando.

-¿Cómo sabías que esta canción...? -Pregunté incrédula.
-Solo recordé.

Me agarró por la cintura y me acercó a él. Y cuando yo pensaba que me tiraría a la cama... me besó la cabeza. Tan tiernamente...

Abrió el armario y sacó un clavel blanco de su interior, y entonces fuí yo quien recordó.

Cuando Jared me pidió ser su novia y me regaló un clavel también blanco, cuando mis ojos brillaron por primera vez.

Entonces no pude creer lo que iba a hacer a continuación.

-Samira...¿Quieres volver a ser mi novia?

-Nunca quise dejar de serlo.

Atentamente, Jared. [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora