Llegamos a su casa, e inmediatamente me señaló al sofá, empujándome hacía él.
Se sentó a mi lado y clavó su mirada en mí, haciéndome sentir inferior.
Se la veía enfadada, molesta, y juraría que en cualquier momento iba a golpearme sin piedad.—¿Que pasa contigo? —Me dijo asesinandome con la mirada.
—¡¡Mi madre no es mi madre!! —le grité.
No debí haberle gritado. Su mano aterrizó sobre mi cara haciendo que me pusiera rojo de rabia y empezara a sudar.
Le agarré loa brazos con una fuerza inexplicable, y ella hizo una mueca de dolor.
Su cara expresaba miedo, no, no tienes que tenerme miedo.Pataleó haciendo que la soltara y mi rabia creció.
—No vuelvas a tocarme. —le susurré para despues salir corriendo de su casa.
Mis pies temblaban, el miedo de lo que iba a hacer recorría mi cuerpo y me hacia sentir escalofríos.
El suelo debajo de mí parecía moverse, no avanzar.Mi casa estaba cerca, a unos pocos pasos de mí y no iba a dejar esto así, Taira me había engañado, Manuel me había engañado, pero lo más doloroso es que también Briana me había engañado.
Mi hermana, mi mejor amiga, mi... mi Briana.
El dolor en mi cabeza hacía que mi mente se nublara y respiraba con dificultad...
Tenía el corazón en un puño.
Y todo lo había pagado con Samira, cuando ella no tenía la culpa.Qué demonios, ella tenía la culpa de meterse en mi vida sin llamarla nadie.
Samira nunca debería haberse cruzado en mi camino, todo lo complicaba ella, su maldita sonrisa y sus ojos azules... me hacían perder la cabeza hasta un extremo impresionante.
¿Yo había sido antes así de nenaza?Entonces... ¿Sofía había sido siempre mi madre?
Taira me había tenido engañado siempre, aún con mis recuerdos en mi cabeza había jugado conmigo.Y Darry.. ¿Quién demonios era Darry? ¿Qué pintaba ese hombre en medio de todo?
Llegué a mi casa, pero antes de entrar paré a esperar a que mi respiración se regulara.
Me apoyé en el marco frío de la puerta porque mis piernas amenazaban con fallarme.Creí haber descubierto una vida completa, pero solo era un engaño. Se aprovecharon de mí toda la vida entera.
Cuando por fin cogí fuerzas, me coloqué bien la chaqueta y toqué con todas mis fuerzas.
—Jared, hijo, ¿por qué no estás en la escuela? —Me abrió Taira mirándome seria.
—¡¿Como que hijo?! ¿Quien eres tú y que es lo que pretendes? —apreté los puños, sentía necesidad por golpear algo.
—¿Qué pasa Taira? —se escuchó la voz de Manuel al fondo del salón.
—¿Y tu quién demonios eres? ¡Lo sé todo!
A Manuel no le impresionaron los gritos que estaba dando, estaba relajado.
Para más colmo, sonrió ante mi acusación. Se levantó acercándose a mí, a lo que yo retrocedí, aunque no le importó, se acercó y me dió dos palmadas en el hombro.
Me alejé de él, apartandole el brazo. Al ver mi reacción, se giró pra mirar a Taira.—Sofía... Esa zorra ha conseguido contactar con el. —Afirmó Manuel.
—Ella.. Ella.. —Tartamudeé. —Ella es.. ¿Mi madre?
—Me temo que te han engañado pequeño Jared.
Manuel me hizo un gesto para que me sentara a su lado en el sofá a lo que yo negué con la cabeza. Entonces Taira me ofreció una silla al otro lado de la mesa, alejado de Manuel.
Su mirada ahora sí estaba con poco brillo mostrando preocupación.—Ella te secuestró. —Empezó Manuel.
—Es curioso, eso mismo dice ella.
Mientras Manuel me contaba una historia que no escuché porque no le presté atención, Taira estaba en la cocina llamando a alguien por teléfono. Afiné el oido y pude presentir que hablaba con Darry. Entonces volví a hacerme la misma pregunta. ¿Quién es Darry?
—¿Y que tiene que ver Darry en todo esto? —Pregunté directamente.
—Darry fué quien nos ayudó a atrapar a esa mujer y a recuperarte.
—¿Y cómo sé yo que no es un implicado?
—Jared hijo... —Manuel suspiró. —No se te ha olvidado lo cabezón que eres.
Entonces Taira salió de la cocina suspirando, parecía aliviada sin motivo alguno.
Al verla que se acercaba a mí, me levanté de la silla y fuí directo a la puerta de salida. ¿Dónde iba a ir? Ni idea, pero encontraría algo.Taira me acompañó a la puerta, ella tan atenta como siempre, y antes de abrir la puerta me susurró algo.
—Acabarás recordándolo todo, solo date tiempo hijo. Nunca quisimos hacerte daño. —Se despidió de mí con la mano, y juraría que iba a romper a llorar en ese mismo momento.
Pero yo era fuerte, no iba a volver a esa casa.
Saqué el teléfono del bolsillo y marqué el número de Ethan.Él iba a ayudarme.

ESTÁS LEYENDO
Atentamente, Jared. [EDITANDO]
RomantikSegunda Parte de "Sin Buscarte" ¿Que harías tu si al despertarte estuvieses rodeado solamente de cables? ¿Y si te rodean personas de las que no recuerdas ni su nombre? No sabia mi nombre, ni mi casa, no recordaba a mis amigos, no sabia ni quien e...