-Novena luna-

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-Tus muros siempre guardarán la más bella historia de amor que sus protagonistas relataban cada noche frente a la chimenea.-

Todo escritor, siempre podrá volver a la raíz de su esencia para empaparse de ella y volver a renacer con más fuerza. Toda raíz siempre podrá brotar si la luz del sol permite que su resplandor se propague por toda ella. Todo puede volver a ser como antaño fue, solo se necesita un recuerdo, esperanza y algo de magia.

¿Quien no se ha planteado hacer una escapada nocturna a los cimientos que lo vieron crecer? ¿Quien no ha querido volver a revivir un recuerdo que se le escapaba de las manos? ¿Quien no ha echado la vista atrás para no olvidarse del pasado?

Quien en estos instantes diga que por su mente no han pasado estas descabelladas, no tan descabelladas ideas, es porqué al reclamarme una verdad tan grande como lo han sido las mariposas que han anidado en mi pecho, reclama también el título al más embustero de las artes oscuras.

Al igual que cualquier otra persona de carne y huesos, por las noches, me permito leer los primeros capítulos de mi historia. Siempre escondida bajo las sábanas y con la luz de una linterna alumbrando cada una de las letras impresas en las páginas.

Y allí, en alguno de los margenes de mi vida, me derrumbo pensando todo lo que pudo ser y no fue. Y en todo lo que fue y no debió ser. Fuera como fuese, todo pasó en aquella antigua casa situada en el centro de una larga y transitada calle de una pequeña ciudad cercana a Barcelona. Allí me transporto cada vez que necesito la calidez de alguno de los abrazos que me hicieron crecer. Es allí donde imagino la más perfecta y sincera historia de amor, porqué realmente fueron los cimientos que acogieron tan puro sentimiento. Cobijaron el amor de una madre a sus hijos, y cunado estos se convirtieron en hombres, se hicieron participes de las historias de amor de los que un día habían adornado con colores sus paredes. Más tarde, acudieron al hogar cuatro almas cándidas que volvieron a dar una juventud de infarto a la casa. Después de tan inmensa alegría, recogieron el dolor de la perdida de la que había sido una madre y una abuela. Tiempo después, todo pareció volver a la normalidad. Y aquellas cuatro criaturas se convirtieron en dos hombres y dos mujeres, tintando el cabello de sus predecesores con un implacable color blanco. Y allí, es donde mi yo poético entra en escena. Uno de esos dos hombres, encontró a la mas loca de las mujeres habidas y por haber, y la semilla de su amor se convirtió en una poetisa sin experiencia que de vez en cuando escribe algunas letras.

Y sí, después de haber recogido tantas historias, y tantos secretos, mi generación también dejó huella en cada una de las baldosas de esa casa. Y allí fue donde aprendí y donde me enseñaron que no es mas rico el que más tiene, sino el que menos necesita. Y puedo aseguraros que todo aquél que ha vivido en esa casa, en algún momento de su vida ha sido la persona más rica del mundo. Pues solo necesitaba amor para llenar su corazón de felicidad, y de aquello, en esa casa, sobraba.

Sí y todo parecía ser perfecto, y de alguna manera, puedo asegurar que lo fue. Pero por eso mismo dicen que lo más triste del mundo, es recordar un momento bonito, porqué sabes que nunca más podrás volver a vivirlo de la misma forma.

Pese a ello, la melancolía siempre me lleva de vuelta a aquella infancia de ensueño, sabiendo que mis grandes maestros crecieron en el mismo lugar que lo hice yo. Y aunque haya perdido la patria y potestad sobre aquél 127 de una calle transitada, los secretos de mi familia, siempre le pertenecerán y quedarán ocultos bajo una mano de pintura blanca. Y yo, siempre sonreiré tímidamente cada vez que admire esa gran y caoba puerta que tantas veces se abrió para concederme una felicidad plena, aunque sepa, que ya no podré volver a traspasarla nunca más.


-DEDICADO A LA SEDE DE MIS RECUERDOS Y DE MI INFANCIA, LA CASA DE MIS ABUELOS, QUE SIEMPRE SERÁ EL CENTRO NEURÁLGICO DE LOS MOMENTOS CLAVE DE MI NIÑEZ-


Lunas de inviernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora