Todo se volvía negro, sentí la oscuridad envolver mis ojos y mi cuerpo caer de forma sorda al suelo.
Narra Zalgo:
Me lancé al suelo, agarrando a ____ antes de que tocase el suelo. La aseguré en mis brazos, viendo su cabello despeinado y su pálida piel teñirse con rojo.
John:- idiota...- dijo en un susurro antes de desaparecer, en otros casos iría tras él, pero la prioridad ahora era mi princesa.
La recoste en el sofá, aún con la mirada clavada en las cortadas que se hacían notar en su rostro, brazos y abdomen.
Tenía una especie de puñalada en el costado, lo que me preocupaba aún más.
Aparecí el botiquín y saqué todas las cosas, buscando algo que me sirviera. No encontraba nada, le quite la blusa y vi la herida.
Un tajo atravesaba su abdomen, dejando ver parte de sus costillas, podía ver el músculo que cubría su tórax contraerse con los latidos de su corazón.
Zalgo:- N-no... No me hagas esto... No tú...- me agarré los cuernos con fuerza, tratando de pensar en algo.
Hasta que me di cuenta. La agarré con cuidado y abrí un portal, llevándola conmigo.
Narra Tn:
No se dónde estoy, cuando caí el mundo se volvió nulo. La herida dolía, demasiado en realidad, sentí esas masas de energía atravesarme. Juraría que me habían movido justo antes de recibir el impacto, pero no ayudó mucho.
No escuchaba nada, no sentía nada, no veía la supuesta luz. De repente todo se aclaró, recordé todo y mis ojos se abrieron.
Traté de moverme, pero el cuerpo me dolía. Giré la mirada, identificando de a poco el lugar, era como un hospital.
Miré a un costado y lo vi, Zalgo estaba ahí, sentado a mi lado, dormido. Sonreí con algo de tristeza, parecía se estaba preocupado, se notaba que tenía pesadillas por las expresiones de su rostro.
Acerqué la mano a él, entrelazando mis dedos con los suyos, pero sin interrumpir su sueño
-Gracias por traerme...- dije casi sin volumen y volví a mirar le techo, no sé en qué hospital estoy, luego noté algo.
Zalgo estaba en su forma real, como un demonio. Parece que sintió mi mirada, pues lentamente abrió los ojos.
Zalgo:- T-Tn...- se levantó y me abrazó por el cuello, a lo que respondí.
Tn:- Tranquilo... Estoy bien...-
Zalgo:- Pensé que te iba a perder...-
Tn:- Tranquilo... No me vas a perder... Soy difícil de asesinar creo...-
Zalgo:- Supongo... Estuviste dormida por casi una semana... Me tenías muy preocupado... Tn... Yo... Debo pedirte disculpas... Parte de mi magia fue la que casi te mató... Me sentía terrible... Despertar cada día y ver se seguías sin reaccionar...-
Tn:- Shh... Esta bien... Lo importante ahora es que estoy viva... Y que estamos juntos...- él sonrió y besó mi mano.
Zalgo:- Extrañaba tu hermosa voz... Tus ojos tan lindos... Tu piel sonrojada... Tu... Hermoso cuerpo... Que tanto me encanta...-Poco a poco se acercó a mis labios, levanté con cuidado mis brazos y lo agarré de la nuca, atrayéndolo aún más, hasta por fin unir nuestros labios.
Sentía sus deseosas manos pasearse por mis caderas, subiendo hasta mi pecho y volviendo a bajar. Mientras que yo me limitaba a acariciar su nuca y espalda, acercándolo más.
Zalgo:- te deseo tanto~- susurró en mi oído, metiendo una de sus manos bajo mi sostén, agarrando mi seno y apretándolo un poco.
???:- vaya vaya... Sabía que eras un experto... Jaja deja siquiera que se recupere campeón...-
Zalgo:-Qué?-Narra Zalgo:
Me voltee y vi a mi padre parado en la puerta. Gruñí molesto y me alejé de ___ y acaricié su mejilla.
Zalgo:- Tn... Supongo que ya conoces a mi... Padre...-
Lucifer:- Es bueno volver a verte Tn...-
Tn:- oh... Uhmm... S-si... Es un gusto verlo... Zalgo dijo que tiene problemas con su esposa..-
Lucifer:- pfff si, pero no me importa, tengo a otras mujeres...- de la nada una mujer rubia apareció en la puerta.
Eris:- entonces puedo irme- dijo y se fue.
Lucifer:- Que? Espera... Nooo!- salió corriendo y Zalgo rió.Finalmente me uní a sus carcajadas, su familia era divertida.
❤♥❤♥❤♥❤♥❤
Jeje perdón :3
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The Human and the Demon (Zalgo) 《A SER REESCRITA》
Fanfiction"Somos como un nudo, damos vueltas una y otra vez sobre el mismo problema y cuando queremos liberarnos volver al comienzo. Estamos atados el uno al otro, el hilo rojo nos rodea el cuello cual horca, esperando porque nos alejemos para arrastrarnos ot...