Capítulo 6.

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Todo está muy raro, comenzando cuando amanecí en mi habitación y sin recordar como había llegado ahí. Después mi madre actúa raro y dice que es mi primer día, luego encuentro "casualmente" a un chico muy parecido a Jos y que de hecho se llama igual, y por último Jessica actúa como si no me conociera y para colmo parece más amiga de las arpías que mía.

Bueno esto es confuso hasta para mí. Tengo que recapitular y analizar los hechos.

No recuerdo nada... Primer día en la preparatoria... Jos... Jessica parece no conocerme. Parece como si... como si hubiera retrocedido el tiempo.

Es un sueño, es un sueño, solo es un torpe sueño. Los deseos no se hacen realidad, eso no puede existir.

Tengo algo de hambre, me iría bien comprar algo para comer, siempre que no tengo nada que hacer ahora que no pude entrar a la escuela.

Torpes reglas.  

Torpe escuela.      

Torpe deseo.      

Me encontraba andando hacia un centro comercial. Gracias a Dios encontré una cafetería cercana. Nunca lo había visto antes, debería salir más seguido.      

Caminé hacia la barra para pedir mi café. Un chico esta volteado de espaldas. Él se percató de mi presencia, ya que volteó enseguida a tomar mi orden.
Logré identificar su rostro inmediatamente, se trataba de Jos, quien vestía una bata blanca –que supuse sería como su uniforme– y en sus manos sostenía una libretita para anotar las órdenes.      

¿Qué desea ordenar? —Preguntó sin apartar la vista de su libreta.      

Uhm... Un americano está bien. — Sonreí.      

— En un momento estará listo, ¿Cuál es su nombre? — 

Melissa. —      

Levantó la cabeza para verme y una ancha sonrisa apareció en su rostro.      

Cuando dije que esperaba verte pronto no pensé que fuera tan rápido. — Rió. — ¿No deberías estar en clase ahora? —      

Vació cuidadosamente el café en el recipiente de plástico.      

Si, debería. — Susurré. Él se limitó a fruncir el ceño. — Es solo que me retrase un poco y ya no me dejaron pasar. — Expliqué.      

Oh, ya veo. — Rió.      

¿Tú no tienes clases? —      

No, por ahora no, entro hasta en dos semanas. —      

Vaya, que suerte tienes. —      

Supongo que si. —Se encogió de hombros.      

Estaba hablando con él como si lo conociera desde hace años y eso me asusta, pues si esto me hubiera pasado hace unas semanas estaría gritando como loca y probablemente me encontraría en el suelo inconsciente.      

Bueno, tal vez exagero un poco.      

Aquí está tu café americano. —      

Jos interrumpió mis pensamientos.      

¿Cuánto? — Le pregunté refiriéndome al monto a pagar por el café.      

— La casa invita. —      

¿Qué? ¡No, como crees! — Negué. — Ya en serio, ¿Cuánto? —      

Nada, lo digo en serio. — Sonrió.

Al menos deja que te invite a algo, me siento mal al no pagar por esto. — Señalé el café.      

Lo consideraré. —      

¿Llevas mucho tiempo trabajando aquí? — Pregunté creando un nuevo tema de conversación.      

No realmente, solo estoy cubriendo a un amigo, estaré aquí unos días mientras se recupera. — Sonrió.      

Oh, ya veo. — Reí antes de darle un pequeño sorbo a mi café.      

Nos quedamos en silencio volviendo incómodo el momento, por ratos lo miraba y el hacia lo mismo, y cuando nos topábamos me sonreía y yo trataba de haré lo también pero por dentro estaba muriendo de ternura.      

Bueno me tengo que ir, fue un gusto volverte a ver Jos, y gracias por el café.  —Me despedí para no hacer más incómodo el momento.      

El gusto es mío Melissa, y no es nada. — Me sonrió.      

Giré sobre mis talones pero antes de que pudiera dar un paso hacia adelante Jos me detuvo tomándome del brazo.      

Espera... —      

Soltó mi brazo y giré de nuevo para poder verlo.      

¿Si? —      

Eh... ¿Puedes darme tu numero? Y así ponernos de cuerdo para salir o no sé... hablar o algo, ¿Te parece? — Preguntó nervioso.      

Esto es raro, la nerviosa debería ser yo y no él.      

Oh sí, claro. — Sonreí.      

Saqué una hoja de mi mochila y una pluma para anotar mi número en ella.      

Aquí tienes. —      

Gracias. —Sonrió.      

Hasta luego. — Le dije para después irme.      

Tomé un autobús para irme a mi casa, en el transcurso me la pasé escuchando música en mi teléfono. Es raro no poder escuchar las canciones que a diario oía, ya que aún no las inventan, es muy confuso.

Me bajé del bus para adentrarme a mi hogar. Mi mamá no se encontraba por suerte, por lo que sabía que estaba trabajando.      

Subí a mi habitación a cambiar mi ropa por una más cómoda. Tomé un libro de mi escritorio con el título "Orgullo y Prejuicio", amo este libro, sin duda una de las mejores novelas que he leído. Haré una nota mental sobre comprar libros nuevos, me harán falta.      

...      

Me había quedado dormida durante dos horas después de leer y escuchar música en mi teléfono. Tomé un baño rápido y me vestí con ropa casual.      

Mi teléfono vibró avisando que la batería estaba por agotarse. Miré la pantalla para confirmarlo, tenía tan sólo quince porciento. Me percaté de que un mensaje me había llegado desde hace una hora.      

+52 1 5551021908      

Ult. Vez hoy 1:25 p.m.      

Hola Melissa, soy Jos. 1:25 p.m.      

Agregué su número a mi lista de contactos y le respondí el mensaje.      

Jos      

Hey Hola, disculpa acabo de ver tu mensaje, me he quedado dormida. 2:30 p.m.

(EN EDICIÓN) Un Deseo » J.C.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora