Al día siguiente me levanté casi al medio día.
Karime ya no estaba en la habitación, es raro porque ella es la última en levantarse siempre, y fue la última en dormirse.
Me puse unos jeans y una sudadera negra, juntó con mis tenis. Cepille mi cabello y lo ate en una coleta alta.
Bajé por las escaleras topándome con mi pequeño hermano.
— ¡Enano!—
—Hey, Meli.— Lo abracé cosa que no le agrado mucho pues trataba de salir.
— No me abraces, ya estoy grande.— Auch.
Lo solté enseguida y se acomodó de la ropa.
— Para mi aún eres un bebé.—Le revolví el cabello, y me fui de ahí antes de que me acusara con mamá. Extrañaba molestarlo así.
Debajo del pequeño árbol de Navidad había un regalo, caminé hacia el árbol y lo tome, en la tarjeta decía mi nombre.
Quite la envoltura con cuidado de no romperlo demasiado.
Un vestido negro corto y de manga larga, repleto de lentejuelas negras.
Era hermoso y elegante.
De seguro tía Lilia me lo había dado.
Fui hasta su habitación y toqué un par de veces hasta escuchar que mi tía diga "pase" para poder entrar a la habitación. Estaba aún en pijama recostada viendo una película.
— Melissa, ¿Qué pasa?—
—Nada, sólo quería agradecer el obsequio, es muy lindo. — Señale el vestido en mis manos.
— Lo es, pero yo no te lo obsequie, fue Karime.—
¿Karime? Vaya no esperaba eso.
— Oh, ya veo, ¿Dónde esta ella?—
—No lo se, se fue muy temprano en la mañana y no dijo a donde iba.—
—Bueno, si la ve, dígale que me encantó el vestido y que muchas gracias.—
—Si, yo le digo.—
Salí de ahí y fui a mi recámara, tome mi teléfono y entré a contactos para buscar el número de Karime.
Le marque dos, tres veces más pero no atendía mi llamada.
Dadas las cuatro de la tarde, se asomó por la puerta principal.
— Hola.—
—Hola, ¿Dónde estabas? Te marque varias veces pero no contestabas.—
—Oh, olvide cargar mi teléfono antes de irme, esta muerto desde ayer. — Se encogió de hombros.
— Oh, ya veo, gracias por el vestido, es hermoso.—
—¿Te gustó? Me alegro, lo vi y pensé inmediatamente en ti.—
—Si, en verdad es hermoso, gracias.—
—De nada, presiento que lo usarás pronto. — Dijo susurrando lo último. — Me iré a bañar.—Subió las escaleras deprisa.
¿Pronto?
Tal vez se refería a la cena de año nuevo, o quizá a mi cumpleaños.
Después de bañarme y arreglarme casualmente, baje a tomar un vaso con agua. Estaba apunto de cruzar a la cocina cuando el timbre de la casa sonó.
Abrí la puerta, Jos estaba de pie frente a mi, con un obsequio en manos.
— Hola, feliz Navidad.—
—Feliz Navidad.—
—Te traje esto. — Me extendió el regalo.
— Gracias, pero no debiste.— Tome el obsequio de sus manos y me hice a un lado para que pasara.
— De igual forma planeaba darte un regalo aún sin ser Navidad. — Se encogió de hombros. — Ábrelo.—
Rompí la envoltura con mis dedos justo como lo hice unas horas antes dejándome ver un collar negro con detalles en plata con unos pendientes de igual color.
Que coincidencia, combina perfectamente con el vestido que Karime me dio hoy en la tarde.
¿Obsequios que combinan unos con otros? Estos dos se traen algo entre manos.
ESTÁS LEYENDO
(EN EDICIÓN) Un Deseo » J.C.
Fanfiction― ¿De qué habla? ― Reí. ― El collar te puede conceder lo que quieras, cualquier deseo ― Explicó. Repito, ¿Acaso está loco? ― Sí, claro ― Rodé los ojos. Todos quisiéramos tener la oportunidad de cumplir un deseo, ¿Tu qué pedirías? • Novela adaptada...