Mi teléfono vibró repetidas veces sobre mi mesita de noche.
Lo tome y observe que tenía una llamada entrante, pero era un número desconocido.
Tomé la llamada, aún sin saber quien era, quien sabe podría ser algo importante.
— ¿Hola?—
—¡Melissa! — Una voz muy familiar habló del otro lado de la línea.
— ¿Alonso? ¿Cómo tienes mi número?—
—¡Eso no importa ahora! — Casi me grito.
— ¿Sucede algo?—
—Sucede mucho. — Respondió alterado. — Jos se va de la banda.—
Oh, no.
— ¿Qué dices? ¿Pero por qué?—
—No lo se, estuvo muy raro cuando hablo conmigo, sólo llego y me dijo que ya no quería seguir, que no era su sueño y que no le gustaba. ¿Puedes creerlo? Porque yo no, algo raro le pasa, y necesito que me ayudes.—
—¿Yo? ¿Cómo?—
—Habla con el, eres la única que puede hacerlo cambiar de opinión, yo se que el ama esto tanto como yo lo hago, es nuestro sueño y no puede rendirse sin haberlo intentado antes, ¡Por favor, ayúdame!—
—Esta bien, tratare de hablar con el pero no creo que me escuche, esta enojado conmigo.—
—Por favor Melissa, haz el intento, estoy seguro de que te escuchara, ¡por favor! —Suplicó.
— Bien. — Suspiré.
— Gracias, me llamas por cuál quiero cosa.—
—De acuerdo.—
La llamada terminó y coloque el celular de nuevo en la mesita de noche.
De todas formas, tengo que hablar con Jos, sí o si.
No puede salirse de la banda, CD9 no será lo mismo sin él, me siento tan culpable, esto es mi culpa, renunciara a su sueño por mi culpa.
Antes de que pudiera retractarme me encontraba de pie frente a la casa de Jos. Necesitaba hablar con él y arreglar las cosas, convencerlo de no renunciar a su sueño por mi culpa, no puedo estar tranquila si no lo hago ahora mismo.
Toqué el timbre decidida y espere un momento hasta que la puerta se abrió dejándome ver al pequeño Daniel tras ella.
— ¡Melissa! — Daniel me saludo.
— Hola. — Lo saludé y revolví un poco su ya despeinado cabello.
— ¿Está Jos?—
—Sip, ahorita le digo.—Abrió la puerta completamente permitiéndome entrar a su hogar.
Caminé hacia su sala mientras Daniel corría a avisarle a Jos.
Después de unos cinco minutos, Jos bajó vistiendo con ropa cómoda y con el cabello mojado, supongo que se estaba bañando.
— Hola. — Respondió fríamente.
Me sentí mal por la forma en como me hablo, pero era de esperarse, estaba enojado, no podía llegar y brindarme un abrazo como sí nada hubiera pasado.
— Hola. — Le respondí casi murmurando. — ¿Podemos hablar?—
Se encogió de hombros y caminó un poco más hacia mi, pero aún manteniendo distancia.Esto es incómodo, no puedo hablar con su familia aquí, es muy incómodo.
— Uhm, ¿podríamos ir a otro lugar? — Pedí.
— Si no tienes cosas importantes que hacer, supongo que sí, a no ser que tengas una cita con William... — Lo mire incrédula.
Odio parecer la mala del cuento, cuando sólo quise ayudar a Karime, pero terminé arruinando todo.
Jos caminó hacia su puerta y volteo a verme.
— ¿Y bien? ¿Hablaremos o no?—Me guardé las palabras para más tarde y sólo asentí en respuesta mientras lo seguía.
Caminábamos sin un rumbo fijo, y realmente no importaba donde fuéramos, tenía que hablar y arreglar las cosas ahora o nunca.
Pero, ¿Qué debía decir? ¿Perdón? ¿Lo siento? ¿No fue mi intención?
Ni si quiera sabía como empezar.— Jos... — Trague saliva para seguir hablando. El siguió caminando sin verme siquiera a los ojos.
Vaya que era difícil, no tenía las palabras suficientes para explicarle lo sucedido.
— Melissa, no tienes que explicarme nada, entiendo que tengas otras cosas mucho más importantes que hacer con William...—
—No José, no lo entiendes. — Me detuve obligándolo a detenerse también. —Todo fue un mal entendido.— Jos no dijo nada sólo bajo la mirada e hizo una seña para que continuara.
Tome un suspiro bastante largo antes de comenzar a relatarle todo lo sucedido.
— Le gustas a Karime.—
Instantáneamente volteó a verme como sí le hubiera dicho una mentira. ¿A caso no se había dado cuenta de eso?
— Y bueno, ella me pidió que no fuera para que pudiera pasar tiempo contigo, y accedí por alguna razón. — Continúe. — Entonces te dije que tenía cosas que hacer, pero en realidad no.—
Jos abrió la boca para hablar pero lo interrumpí adivinando lo que estaba apunto de decir.
— Lo de William fue coincidencia nada más, quise ir a "observarlos patinar" y me encontré con él, hablamos por un rato, luego ustedes desaparecieron y William me invitó a un helado así que accedí y fue cuando nos vieron. — Expliqué cuidadosamente.
Y una vez más sus ojos me vieron fijamente.
Jos quiso hablar de nuevo pero lo interrumpí.
— Aún no termino.—Frunció el ceño confundido.— Tal vez yo mentí al decirte que tenía más cosas que hacer, pero tu no puedes mentirme a cerca de tu sueño, cantar.— Musite con cierto enojo al hablar. — Así que no sé qué te haya hecho cambiar de opinión o hacerte mentir pero quiero que vayas ahora y le digas a Alonso que todo fue una broma y el plan de la banda siga en pie.—
Me cruce de brazos esperando una respuesta de su parte pero en cambio Jos rió.
— ¿De que te ríes? Lo digo enserio José.—
El negó aún riendo.
— No puedo creerlo. —
—¿Qué cosa?—
— Que me conozcas tan malditamente bien que hasta sepas cuando digo una mentira.—
— Tal vez es porque me importas mucho, y además, ¿Quién no sabe que cantar es tu sueño? —
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(EN EDICIÓN) Un Deseo » J.C.
Fanfiction― ¿De qué habla? ― Reí. ― El collar te puede conceder lo que quieras, cualquier deseo ― Explicó. Repito, ¿Acaso está loco? ― Sí, claro ― Rodé los ojos. Todos quisiéramos tener la oportunidad de cumplir un deseo, ¿Tu qué pedirías? • Novela adaptada...