El siniestro había acallado por fin, y fue la misma quietud del bosque la que provocó que Scarlet despertase. La tormenta había dejado tras de sí un espesa neblina casi impenetrable por la vista. Un discreto movimiento y lanzó el puñal a un punto prácticamente ciego, el cual había terminado clavado en la tierra y no en su objetivo.
"Maldita Suerte"; -Casi termináis con lo que queda de mí.- Dijo una voz agonizante desde el suelo.
-¡Ziel! Lo lamento, después de la emboscada te creía muerto junto con Bryan.- Dijo ella con emoción al verlo, pero su sonrisa reflejó una inmensa tristeza al ver su estado y enseguida cambió su expresión; -¿Qué te han hecho Ziel? ¿Esos idiotas los han torturado?, ¿Y dónde está Bry...?
Para esos momentos no estaba segura de querer escuchar la verdad y guardar más impotencia en su espíritu de la que ya había acumulado durante años, pero por más que se lo negara a sí misma, ansiaba conocer las respuestas a su dolor. Necesitaba saber de una vez por todas si la vida continuaría arrancándole a pedazos todo lo que una vez amó.
Su amarga expresión habló por sí sola y antes de que dijiese palabra alguna, ella se acercó a él con un gesto reconfortante y agregó;
-No te esfuerces, debes descansar; intentaré curar tus heridas mientras te recuperas un poco.-
"Sólo olvidémoslo por esta noche".
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Brud despertóse algo alarmado al no encontrar a Scarlet a su lado, en sus brazos como la noche anterior. Se levantó con inquietud y al volverse a sus espaldas la había encontrado más bien en los brazos de Ziel.
"Tal vez él podría protegerla mejor que yo... ¡Ah! ¡No, tonterías!"
-¿Por qué demonios te has separado de mi sin...-
Se detuvo en seco sin terminar su reclamo al ver el rostro de su hermana volviéndose hacia él, pálido y agonizante. Todo su cuerpo temblaba en un oscuro son;
-Scar, tus heridas son graves, más de lo que pensaba...- se dirigió enseguida a ella y posó sus manos en sus mejillas. Fría como la muerte, "¡Maldición!"; -Tenemos que curarte cuanto antes, ¡¿Cómo se te ocurrió quedarte sin atención por toda una noche?!.
Ziel despertó por completo con el último bramido de Brud y entonces se percató del gélido cuerpo que tenía entre sus brazos.
-¿Qué hacemos ahora? ¡Y cómo permitiste que esto sucediera Ziel!.- Su mirada imploraba un desesperado grito de ayuda.
-Lo lamento Brud, tampoco tenía idea que fuese tan grave; no os preocupéis que yo me encargo, os prometo que estará bien- Intentó expresarle confortación.
-Está bien,- respondió más apacible; -uh... ¿puedo ayudaros en algo?.-
-Por supuesto, podéis guardarle un poco de calor corporal mientras regreso, prepararé un infalible ungüento, no tardaré.- Se había encaminado deprisa, pero tuvo que regresar en sus pasos, se deshizo de su camiseta entregándosela a Brud. -Ah, casi lo olvido, ¿Podéis también hacer un intento de vendas con esto Brud?.
Transcurrió menos de un cuarto de hora en las penumbras de la arboleda, con aquella oscuridad y el rastro que había abandonado la neblina tras de sí, cada minuto parecía congelado en un tenebroso tiempo del que era inquietante ser testigo.
A su regreso Ziel había encontrado a Scarlet recostada en el pecho de Brud y abrazada por sus piernas, aun temblando pese al calor, y junto a ella la que había sido su camiseta ahora hecha trizas.
-Será rápido, quitadle la playera para poder curarla, Brud.-
-Ahm, no lo haré, es mi hermana, hacedlo tú.- Agregó con resignación.
-Vale, con vuestro permiso...-
Se limitó a desvestirla en silencio y lo más cuidadosamente posible, intentando no lastimarla. Al dejar su torso desnudo advirtió las profundas heridas, latentes e impasibles. "¡Esa maldita espada tendrá que pagar junto con su dueño con su propia existencia por esto!".
Limpió la sangre impregnada en su piel con un pedazo de tela húmedo.
-¡Angh!.- Protestó ella intentando sin éxito reprimir su gemido al morderse los labios.
-Lo siento mucho Mädchen, no había manera de hacer esto más cálido, os prometo que no durará mucho.- Dijo Ziel con amablidad.
-Ah, está bien, pero tal vez debistéis dejarme morir en lugar de hacer más lento nuestro tortuoso paso; más vale un cadáver aquí que un estorbo en todo el trayecto.
-Decís tonterías....- Respondió Ziel casi terminando de limpiar su piel.
-¡¿Cómo diablos se te ocurre tan siquiera esa estúpidez?! ¡Estás demente! ¡Ya deja de ser tan obstinada con tu maldita vida!.- Objetó Bruder irrumpiendo hostilmente.
Ziel quedóse estupefacto ante el arranque de Brud, su esencia destilaba una irracional ira; en cambio Scarlet parecía responder de una manera más afable y comprensiva.
-Hey calma Brudy, también te es insoportable el dolor de perderlo todo de nuevo, lo sé; pero no tenéis que comportarte así.
-Es que nunca lo entiendes, si te haces daño también lastimas a quienes te amamos, sólo no seas tan egoísta.- Agregó él más tranquilo, tomó las manos de ella y las abrazó a su pecho, por encima de su corazón, Scarlet se inclinó un poco hacia él cerró sus ojos y al encontrar miradas de nuevo ambos sonrieron dulcemente. -Listo, lo has sanado por completo.
-Perdona si te preocupé Brudy.
-Ni lo menciones, todo está bien pequeña, perdonadme tu a mi por las hirientes palabras.
-Vaya conmovedora fraternidad chicos, pero tenemos que apresurarnos, ahora esos malditos deben de querer tres cabezas en lugar de sólo la mía.- Agregó Kavalier con un sentimiento de culpa oprimiéndole el pecho.
Había puesto en peligro nuevamente lo único que poseía en este crudo mundo, lo único que valía la pena rescatar después de su decadencia. Su monótono pecado era haber vuelto a amar sin aprender la lección que el pasado le había dejado muy en claro.
-Casi está hecho.- continuó, cubriendo con el rojizo emplasto que había preparado sobre un par de grandes hojas, las últimas heridas en la espalda de Scarlet.
-¿Y qué se supone que es eso?.- Preguntó Brud con curiosidad al observar aquel emplasto de extraña consistencia y de un tinte casi carmesí.
-Sólo confía en mí,- le expresó con una mirada de complicidad para después dirigirse a Scar un tanto más severo; -Os necesito vendar con firmeza para que no os desgarres de nuevo, sé fuerte sólo un poco más... "Dolerá".- Concluyó Ziel ajustando las improvisadas vendas a su torso con determinación, evitando prolongar más su tormento.
Mientras, ella continuaba procurando ahogar por puro orgullo sus gemidos; lo cual le resultó casi imposible.
Al terminar volvió a vestirla con delicadeza y la cargó de la misma manera, sobre su hombro derecho dejando que sus piernas se abrazaran a sus costados.Al momento en que la levantaba tomándola en sus brazos, Scarlet observó con detalle el torso desnudo e imponente de Ziel con cada una de sus cicatrices, "Forjado por la guerra", y notó con incredulidad como sus heridas más frescas estaban casi cicatrizadas por completo. "¿Qué rayos eres Ziel Kavalier...?".
Realmente no tenía mucha importancia, tan sólo lo necesitaban, así cómo el necesitaba de ellos; y sí, lo amaba de una forma tan incomprensible que era un tanto abrumadora.
-Nos dirigiremos a las montañas, al sur,- Él mismo interrumpió sus pensamientos, -Ahí encontraremos un campamento lo suficientemente seguro para estableceros, protegido por la resistencia.- Agregó con una serenidad que logró transmitir con una sincera sonrisa a la que Brud correspondió enseguida.
"Estaréis a salvo en cuanto desaparezca de vuestras vidas".
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En Memoria de la Seductora Guerra.
AzioneRomance o sólo un lívido deseo. Repudio y amor, cimentados en la crudeza de una Guerra estratégica de la que es irreal salir con el espíritu ileso. "No escoges dónde nacer, ni tampoco tu destino, pero escoges por quién luchar; porque han sido las im...