"El Quebranto de una noche y un Marchito Deseo."
La celebración por la bienvenida de Ziel Kavalier demoró hasta perpetrar altas horas de la noche, sin mostrar siquiera señales de que fuese a parar.
Scarlet continuó bebiendo a su lado, pero no era aquella clase de compañía la que deseaba compartir con Ziel.
Entonces, sinuosa, lo envolvió por la espalda con sus brazos y le susurró con delicadeza cuánto anhelaba que estuviesen a solas. Se dirigieron casi en el acto, y algo tomados, al cuarto de él; entre risillas de Scarlet y algunas bromas de Ziel.
Entraron a discreción y ella aseguró la puerta tras de sí;
-No sabes cuánto te he extrañado Herr.- Expresó ella abrazándose a su pecho, abrazo que él prontamente cedió.
-No sabéis cuándo os he necesitado todo este maldito tiempo Mädchen.- Respondió él acariciando con sutileza su cabello, para después pasarlo por detrás de sus orejas y tomarla de las mejillas haciendo el espacio suficiente para besar con fervor sus labios.
El ambiente permutó en un escenario en el que el tiempo apreciábase por completo gélido. Inerte. Lo único que quebrantaba el silencio eran las vestimentas cayendo de poco al suelo y ambos corazones latiendo a un ritmo imprescindible.
Ambos tumbados en la cama con las últimas prendas íntimas que escasamente cubrían sus cuerpos, embelesados por la pasión que ardía en sus pieles al rozarse una contra la otra, eran protagonistas de un romance casi ilícito y, casi real.
-¿Por qué te detienes querido?.- cuestionó ella en un ruego por que continuase.
-¿Estáis segura de esto?.
-Al parecer más segura que tú...
-Ambos sabemos que no sois mía, y que nunca me pertenecerás.- Agregó con franqueza alejándola un poco de él.
-No hablemos de pertenencia entonces; sólo correspondamos algo de exuberante placer a nuestros cuerpos.- Pactó recorriendo las líneas de sus clavículas con su lengua para concluir con una fervorosa mordida en su cuello.
-Uh, no creéis que estamos algo ebrios para esto?.- Expresó él con poco aliento intentando, inútilmente, resistirse.
-No sé si estéis lo suficientemente consciente para notar que tus manos terminan de desnudarme con impaciencia, pero eso ahora no importa. Ahh Ziel...
Efectivamente, terminaba de deshacerse de su ropa interior entre caricias ya poco sutiles, como si le quemase la piel en un exquisito placer. Recorrió de la misma manera desde sus senos desnudos hasta su entrepierna, donde comenzó a ser más sublime en su tacto.
Scarlet por su parte, entre exasperados y constantes gemidos, correspondió igualmente, rozando su intimidad con sus delgadas manos, pero de una forma más inquieta y un tanto más suspicaz. "Atrevida, como suele ella".
Ambos dejaron sus mentes vacías para dar paso a que su instinto guiara cada parte de su cuerpo a su ciega voluntad. Y terminaron ahogando la noche junto con su marchito deseo. "Una tentación, que hasta ahora, no os habías permitido cumplir".
>>>
*** -Sabía que no podrías conmigo.- Dijo él confiado.
-Puedo derrotarte en cualquier momento Ritter.- Exclamó ella con orgullo.
Apuntó su cañón hacia el reflejo de la hoja afilada de una de sus dagas y la hizo caer en un disparo, inmediatamente se pegó a ella como una sombra y la acorraló con fuerza contra uno de los grandes troncos de roble, impidiéndole cualquier movimiento. Sonrió fiado de su estrategia, y se aproximó lo suficiente para sentir la calidez de su aliento.
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En Memoria de la Seductora Guerra.
AksiRomance o sólo un lívido deseo. Repudio y amor, cimentados en la crudeza de una Guerra estratégica de la que es irreal salir con el espíritu ileso. "No escoges dónde nacer, ni tampoco tu destino, pero escoges por quién luchar; porque han sido las im...