Cuando los ángeles lloran 3: "Entre el cielo y el infierno"

Epílogo + Agradecimientos:

Epilogo:

*Ni un momento

Ni la eternidad

Esto va más allá*

NARRADOR OMNISCIENTE:  

-¿Esta vez entrará a verlo?- Cuestiona Sunny expectante

Después de varios años ella había comenzado a trabajar con la chica que alguna vez fue su mejor amiga y se había convertido en su enfermera de mayor confianza, luego de que la anterior cometiera un error en la medicación del paciente más importante de Amber.

-No sé si esté listo para verme de nuevo...- murmura aquel chico después de unos segundos de estar mirando fijamente por el gran ventanal, a aquel àngel de rasgos tan finos y dulces.

Once años habían pasado por todos; por sí mismo, por Josh, por Zayn, por Luke, por Gemma... pero no por él. Era como si su angelical hermosura y su inocencia, jamás se hubieran visto opacadas. Ese chico seguía siendo un ángel indudablemente; el mismo ángel que fue encerrado en aquel lugar, hacía ya tanto tiempo.

Aquel día, el frio del invierno parecía haber hecho una tregua y menguar un poco, por lo que el Sol traspasaba las frías y esponjosas nubes, impactando de lleno en la piel suave y tersa del chico que estaba sentado en aquella banca en el jardín, debajo del único árbol que el pelinegro era capaz de divisar.

-Harry ha estado esperando por mucho tiempo, tal vez ya sea hora de que todos se den cuenta de que él no es tan frágil como pensaron cuando lo encerraron aquí...- murmuro Sunny.

El ojiazul no pudo dejar de recordar el momento en que se dio el fallo del juez.

Quince años de prisión, es lo que le habría tenido que cumplir el ángel como condena de no haber sido por los buenos abogados que se empeñaron tanto en salvarlo a cualquier costo de prisión.

Durante el fallo nunca supo por que esos hombres se habían esforzado tanto. Una parte de él le decía que pudo haber sido obra de Nick, quien pudo haber previsto cualquier tipo de situación en la que ese pequeño niño ruloso hubiera podido encontrarse... Pero con el paso de los años se enteró de que quien habia enviado a aquellos hombres habia sido la abuela paterna de su niño, quien se habia quedado con la patria potestad de Gemma, a petición de su nieto mayor.

Durante todos aquellos años había estado observando a su ángel en la oscuridad. Lo vio sufrir ataques de pánico y depresiones, lo vio llorar en silencio, lo vio emocionarse por la única carta que recibió en todos esos años... pero jamás estuvo ahí para abrazarlo y consolarlo.

¿Cómo lo haría? Él había sido el causante de todo aquello... él y su familia

-Él no estaba loco cuando lo encerraron aquí; solo... estaba destrozado- añade el chico

-Harry  ha tenido mucho tiempo para colocar las piezas rotas de su corazón, nuevamente en su lugar. Pero está tan vacío... necesita urgentemente un poco de amor- la enfermera hace una pausa- Usted lleva años y años viniendo a verlo, tal vez sea ahora de que no solo lo vea... sino también de que hable con él. No entiendo por qué ambos solo se limitan a mirarlo desde la lejanía, Harry necesita algo de proximidad

El pelinegro se preguntó por un segundo quien más podría estar visitando a su ángel, pero no comento nada. Simplemente se limitó a continuar observando al ser que estaba de espaldas al ventanal.