Extra 3

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(Leer con la musica añadida para mejor experiencia)


Extra 3:


Un día volverás, te sentara frente a mí y me dirás como fueron los días que estuviste lejos; y sabrás con certeza que debiste quedarte.


Narrador Omnisciente:


La música sonaba en el sistema de sonido que había sido contratado por Josh para la celebración.

Ya no había nadie en la pista, y de hecho eran ya muy pocas las personas que se encontraban bajo el toldo blanco de preciosas luces doradas, que le daban un aire mágico al lugar y que tan hermosamente Gemma había mandado a arreglar con flores blancas de todos tipos, haciendo ver el lugar elegante y agradable.

Era como una de esas fotografías de bodas que parecen perfectas, costosas e inalcanzables.

Había espaciados por el piso de la pista pequeños papelitos de colores que habían soltado cuando el vals comenzó, y aunque la fiesta ya había terminado el ojiazul no pudo contenerse y se puso de pie cuando aquella canción comenzó.

Si no se la hubiera dedicado ya mil veces a su ángel, habría tomado el micrófono aquella noche y habría cantado la letra de aquella canción que parecía les habían compuesto justamente para ellos.

Recordaba vagamente haberla bailado con su precioso chico de rulos, hacia ya mucho tiempo. Un vago recuerdo de la luna en el cielo estrellado y el sonido del mar agitándose a sus pies.

Con unos pasos ahora muy característicos de él, cruzó la pista vacía y se acercó hasta donde su amado ángel de ojos verdes, se encontraba sentado.

Louis no tuvo que decir nada para que Harry entendiera cuál era su propósito, de hecho simplemente extendió su mano con suavidad, y como si se tratara de la primera vez que dos jóvenes enamorados se frecuentaban, el de ojos verdes tomó la mano de su compañero con la emoción escondida en aquel traje oscuro.

Al llegar a la pista de baile, el más bajo se puso de puntitas para hacer girar a su compañero de baile y este rio con gracia.

–Sigues haciendo eso– recalcó Harry mientras sentía la mano de Louis colocarse en su espalda baja para comenzar a moverse.

–Sigo teniendo el don de hacerte reír cariño, solo por eso deberían darme un premio– murmuró Louis tomando la mano de su amado entre las suyas y entrelazando sus dedos– Los chistes buenos de cualquier persona se terminan en los primeros dos años juntos.

Harry bufa divertido y niega con la cabeza.

La música avanza un poco y se vuelve un poco más fuerte, y las luces se hacen lentamente más tenues.

Ninguno de los dos sabe exactamente quien ha sido, pero ambos están muy seguros que un ahora castaño, ha sido el responsable de aquella atmósfera.

Los hombres balancean sus cuerpos al ritmo de la música, y nadie que los viera en aquel momento, podría decir que hay en el mundo una mejor pareja de baile.

Nadie podría mirarse a los ojos con tanto amor contenido, ni siquiera los mejores bailarines lograrían tener tal conexión, al grado que sus corazones laten a un mismo ritmo.

El de ojos azules recuerda vagamente como Harry, algunos años atrás; cuando salió de la clínica le miró a los ojos con lágrimas en los ojos.

Cuando los ángeles lloran 3: "Entre el cielo y el infierno"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora